sábado, 28 de diciembre de 2013

Propósitos del año 2013 y propósitos del año 2014



Estos fueron mis propósitos este año (en breves "pasado año") 2013:
  • Perder peso
  • Aprobar todo
  • No comprarme ropa
  • Leerme todos los libros estudiados en 2ºBach
  • Leer un libro (mínimo) cada 2 semanas
  • Conseguir un trabajo de tiempo libre
  • Verme, como mínimo, 1 película a la semana
  • No cambiarme el color de pelo

Perdí peso, aunque eso siempre es un subi-baja entre épocas de exámenes y épocas de tener tiempo. Seguirá estando vigente para este año, y para todos... porque sé que es una lucha saludable de idas y venidas, que hasta que no tenga tiempo de verdad (lo cual probablemente sea nunca)  seguirá  estando en pie.

Aprobé todo, limpia, sin ir si quiera a Junio. Alimentó mucho  mi ego y  me hizo daño, la verdad. Este año se me va a hacer más cuesta arriba. Pero sigo teniendo como objetivo superarlo de manera limpia.

No me he comprado ropa, salvo playeras nuevas, zapatillas de vestir, botas de montaña, 2 blusas y un pantalón. Bueno, realmente me los regalaron. Arreglé casi toda mi ropa, pero hay cosas que por más que las remiende no tienen solución. Mis padres decían que empezaba a vestir como si fuéramos pobres.
He aprendido que con el calzado no se juega, que usar playeras en mal estado puede jugar una mala pasada a los tobillos y las rodillas.
Pero aprendí también a darle verdadero valor a lo que tengo, apreciarlo, y compartirlo (di más de la mitad de mi ropa cuando me di cuenta de que ni siquiera la usaba)

He leído muchos libros de bachillerato, pero no todos. Se me atravesaron con los libros de la universidad.
Por supuesto, no he podido leer un libro cada dos semanas.

Tampoco lo de la película, aunque ha habido semanas que me he visto 3 de un tirón, otras que he pasado meses sin ver nada (sobretodo en vacaciones, cuando viajo)

Y como conseguí trabajo y no gastaba, he ahorrado realmente mucho para alguien de mi edad y situación. Y no sabía muy bien en que gastarlo, porque no quería ahorrar para consumir, sino para formarme. 

He mantenido mi pelo  natural, marrón-grisáceo, que algunos denominan "rubio ceniza oscuro". En fin, yo lo veo color "pelo". Todo el mundo dice que estoy muy guapa así, pero no me siento madura como para mantenerlo. Me lo oscureceré tarde o temprano.


¿Y para este nuevo año 2014?
  1. Viajar a Medjugorje (Julio-Agosto)
  2. Sacarme un nivel B2 de Alemán a finales del verano (haré algún curso por ahí)
  3. Predicar con el ejemplo
  4. Seguir aprobando
  5. Aprender a coser hasta hacerme mi propia ropa.  
  6. Hacer limpieza de juguetes y cosas que no uso para dárselas a alguien que sí las vaya a usar
  7. Aprender a perdonar, y dejar de olvidar.
  8. Montar en autobuses verdes yo sola, y pedir yo misma en la cafetería de la uni. Tengo que superar mis problemas de hablar con gente que trabaja de cara al público. Tengo que asumir que el señor cafetero no va a juzgarme por lo que coma, que realmente seguro que le interesa bien poco. Igual que a los dependientes de las tiendas no les interesa qué compro, sino el hecho de que compre. No sé por qué me da tanta vergüenza pedir.
  9. Vestir con ropa de chica. Comportarme como una señorita. No ir a la uni en chándal. Ni playeras. Y peinarme y adecentarme. Todo esto al menos los días de diario. Volver a llevar pendientes comúnmente (me da toda la pereza desde que me reconstruyeron la oreja)
  10. Usar un lenguaje más educado y menos agresivo para decir lo que pienso. Enriquecer mi vocabulario español para dejar de sonar como una niña de 5 años adelantada cuando me expreso al hablar.  
¿Y por qué todo esto?
  1. Porque todo el mundo ha ido, me gusta viajar, tengo dinero para hacerlo y quiero gastar mi dinero en ello, y así no siento que caiga en saco roto.
  2. Porque debería tenerlo ya
  3. Porque todo  el mundo hoy en día es tope fan de Nietzsche y  argumenta que "la moral es un impedimento para el hombre y blablablá", y por mucho que queramos echarle la mierda unos a otros, la crisis occidental de economía y sociedad viene dada por la falta de moralidad de todos. Todos criticando los altos mandos, los "ricos" por lo que han hecho, pero creo que critican por envidia,porque les han hecho daño, pero... ¿y si ellos fueran los que dañan?... Mucha gente de la que se queja en su lugar sería mucho peor. No necesitamos que el Poder corrompa al ser humano, ya venimos bastante corrompidos  a través de la educación materialista que se nos está dando. Por eso, el Mundo tiene que ser educado. La  Moral no se puede imponer, la Moral se tiene que aceptar voluntariamente. No aceptarla guía a la autodestrucción del individuo y de aquellos que le rodean. Pero obligar a que el individuo acate la Moral, guía a la distorsión de esta y en consecuencia a su destrucción, y con ella la del individuo. Y por ello hay que dar ejemplo de los efectos de la Moral, para que aquél que quiera seguirla pueda elegir si unirse, y cualquier persona que busque lo que el ser humano busca, acabará por unirse. Y para aquellos que creen que no hay Moral porque "no existe ni el Bien ni el Mal"... no sé cómo no veis el Mal a vuestro alrededor con la crisis que estamos viviendo. Y el verdadero poder del Mal reside en permanecer invisible a los ojos del ser humano. Si no nos damos cuenta de qué está mal, no podemos solucionarlo.
  4. Porque es mi deber como estudiante
  5. Estoy harta de ver a la gente por la calle como si fueran uniformados y a su vez compitiesen por ver quién viste mejor o más caro, mientras copian unos a otros. Hoy lo normal es autodenominarse "raro, diferente", para sentirse especial. Todos somos diferentes, y eso es lo que nos hace a todos iguales, así que no entiendo por qué se busca ser "diferente" para sentirse especial... sobre esto podría hablar mucho, y como empiece no paro.
  6. Seguro que hay gente que les va a dar más que un uso decorativo y conmemorativo.
  7. Porque olvido pero no perdono, y cuando los recuerdos vuelven a la superficie, arrastran el rencor con ellos. Perdonar no es disfrazar de indiferencia lo que se siente respecto a algo, como hago casi siempre. Y olvidarse del problema no es superarlo. No sé muy bien cómo es perdonar. Por eso tengo que aprender.
  8. Porque tengo que madurar.
  9. Porque tengo que madurar.  Y porque estoy (soy) descuidada.
  10. Porque tengo que madurar socialmente y, aunque muchos se lo merecen, las cosas no se hacen así. Y responder a una provocación es degradarme al nivel del provocador. Y la Verdad puede doler, casi siempre duele que nos digan que estamos haciendo las cosas mal, pero hay que corregirlas. Corregir destruyendo el orgullo pero no la dignidad de la persona. Las palabras pueden ser instrumentos o armas, y yo estoy a favor de lo primero, no lo segundo.

sábado, 2 de noviembre de 2013

El Escritor Quemado

Entrábamos en un laberinto que era parte de un museo.

Un museo dedicado a un escritor, cuyos escritos estaban en español, pero la lengua en la que hablábamos era alemán. No sé en qué país estábamos, pero desde luego, en España, no.

Llegamos al final del laberinto y entramos en la casa del escritor.

Escritor que había muerto en un incendio hace dos o más siglos.

Todo en la casa tenía signos de haber sido quemado.

Según nos contaba la guía (en alemán, claro) el escritor era muy solitario y no había tenido familia. Y era imposible sacarle de su casa, ni salía, ni dejaba que otros entraran.

Pero aquella habitación parecía el cuarto de unas niñas.

Había dos camas, una pegada a la pared de la izquierda y otra perpendicular a esta situada en  la pared contigua.
Sobre las camas había estanterías con muñecas de trapo. Ni un sólo libro al exterior.

Todo estaba quemado hasta la mitad, todo excepto una almohada, que estaba intacta.

La guía nos explicó que era la almohada a la que se encontraba abrazado el escritor quemado el día de su muerte.

Toqué la almohada y vi su historia.

Vi como una chica pálida de pelo moreno y enmarañado, muy delgada y alta, tenía una llave en la mano. No se atrevió a entrar en la casa para sacarle del incendio. Chillaba para que el hombre saliera, no podía hacer más, aquella casa le imponía tanto que, de haber sido otra casa cualquiera, no le hubieran importado las llamas para entrar y rescatar a su padre... Pero aquella casa, de sólo tres habitaciones (dormitorio, cocina y un saloncito) tenía algo que sabía que si entraba, no volvería a salir, y no era el fuego.

El escritor ya muy anciano, muerto de miedo en su cama, junto a sus muñecas, se abrazaba a la almohada y cerraba los ojos mientras se encogía en posición fetal, como un niño. Lloriqueaba, como un niño. Tenía miedo, como un niño.

Tenía miedo del fuego, pero había un miedo superior a éste: el exterior.



Prefirió morir quemado a salir al mundo real.

sábado, 5 de octubre de 2013

Con el corazón en la boca

Necesitaban donadores de sangre. Era oportuno que fuese rápido, cuanto antes. Había mucha gente que lo necesitaba.

No podían esperar los veinte minutos que lleva una donación normalmente, entre los diez minutos en que sale la suficiente sangre para donar, que además necesitaban que donásemos más cantidad y que no había tiempo para reposo ni pausa.

Una enfermera me dijo un método nuevo, en el que sólo tardaría un minuto... sólo moriría un minuto. Y yo acepté.

Metió una vía gruesa por el cuello. Me explicó que iban a impulsar el agua dentro de mí para sacar dos litros. El primer litro volvería en circuito cerrado a mi cuerpo, el segundo iría a la donación. Todo en un minuto, velocidad suficiente, según ella, para que agua y sangre no se mezclasen.

Por veinte segundos, yo iba a ser todo agua.

Acepté, y ella comenzó.

Y el dolor fue inmenso.Un minuto que duró una eternidad. El agua me llenaba por dentro, como si fuese a reventarme las venas y arterias en cualquier momento.

Estaba tirada en el suelo y apenas podía moverme. Me daban  espasmos y pasé de ver borroso a no ver. Apenas podía oír a la enfermera, que me sujetaba de las muñecas y me decía "aguanta, ya no queda nada".

Luego sentí como mi sangre volvía a mí, pero no era suficiente.

Recuperé la vista y la capacidad de moverme.

"No te muevas" chilló la enfermera mientras me hacía un placaje "ya  casi ha acabado, todavía no ha vuelto tu sangre"

Pero yo sentía que algo iba mal. Apenas la escuchaba.

Me arranqué la vía por la que había entrado el agua y comencé a sangrar bastante cantidad pero con poca presión.
Volvía a ver borroso.

Sentí que se me inundaron los pulmones y comencé a toser.

Menos visión y más sangre, hasta que vomité por fin aquello que me provocaba la tos.

Cuando lo vi pensé "no puede ser, estoy alucinando... o quizás antes comí carne y me lo tragué"

Allí estaba mi corazón, pero pensé que era de algún mamífero, porque aquello no tenía sentido.

La enfermera me reanimó.

"There it is, my Dear, your heart" contestó en perfecto inglés americano barrio bajero.

Entonces me di cuenta del vestido de enfermera putilla, de su pelo platino oxigenado, de sus ojos más marrones oscuros a rabiar y su piel pálida. Y vi que nada tenía sentido. Al principio del sueño ni ella, ni el alrededor, eran así.

"Era aquello que te impedía avanzar, pero ya no lo vas a necesitar" dijo la enfermera mientras lo recogía con unas tenazas y me lo acercaba a la boca.

Intenté tragármelo de nuevo, pero volví a toser y echarlo fuera.

Me pareció raro que no me muriese... pero poco después me acostumbré.

Eso sí, ahora me sentía más ligera... como si estuviera flotando en el agua que había pasado por mis venas.

jueves, 5 de septiembre de 2013

Cumpliendo los propósitos de año nuevo: Julio y Agosto

Perder peso:
Muchas subidas y bajadas. A partir de este lunes me pongo a dieta. Este verano ha sido un descontrol total

Aprobar todo:
Ahora voy a por el de conducir ^^

No comprarme ropa:
Me he comprado playeras, botas de montaña, vaqueros, una camisa y una camiseta. Lo necesitaba, tengo toda la ropa llena de costuras quebradizas y se me ponían los tobillos mal porque no tenía playera que me agarrase bien el tobillo

Leerme todos los libros estudiados en 2º bachillerato:
Ahí van. Tampoco he tenido tanto tiempo como yo pensaba.

Leer un libro (como mínimo) cada 2 semanas:
sip =)

Conseguir un trabajo de tiempo libre:
Nah, he disfrutado de un verano de voluntariado, me han  pagado con amor y sonrisas

Verme, como mínimo, una película a la semana:
Qué va.  En donde he estado no había ni tele. Pero me he visto Arrow e_e

No cambiarme el color de pelo:
Me oscurecí las puntas a final de verano para igualarlo todo. Ya parece mi tono de pelo natural (esto es, gris amarronado, o de dicho de manera bonita "rubio ceniza oscuro")

Coger las estrellas

Habían desarrollado una mentalidad superior. Eran todo mente, podían hacer hasta lo inconcebible por nosotros. Incluso a veces se hacían  concebir como humanos.

Recuerdo que en el sueño uno, para demostrar su poder superior, tomo un tamaño  humanoide que tendía  al infinito, se interpuso entre la Tierra y el Sol. Nos heló. Y para demostrarnos su poder cogió el Sol, diciéndome "¿Acaso tú has tocado alguna vez una estrella? Aún te queda por aprender".

Abrazó el Sol, bebió de su calor, y se nos los llevó.

Así que fuimos tras él.

jueves, 25 de julio de 2013

Portales. Lucha por la supervivencia.

Anoche fuimos a ver la nueva peli de Lobezno, y antes de que empezase salió el anuncio  de "Pacific rim", una película en la que los extraterrestres venían por portales interdimensionales desde las profundidades del mar. Cuando vi el anuncio me dio un algo, porque yo escribí una historia en su día sobre en la que también llegaban los extraterrestres desde las profundidades... y esa historia vino de un sueño en el que era el fin del mundo.

Bueno, el caso es que esta noche, volví a soñar con el Fin del Mundo.
Como casi siempre, algo nos atacaba desde el cielo, algo que nadie puede ver y todos podíamos sentir, como una descarga de energía.

Una imagen que siempre aparece es la de un teatro, o un anfiteatro, cubierto por cortinas púrpura. Es el único lugaar que parece seguro, que no ha sido atacado ni nada y parece que tiene un campo de protección que tampoco se ve, pero se siente, y con pegarse a sus paredes, te haces invisible a cualquier fuerza atacante. Esta imagen se repite en varios sueños de destrucción  en los que aparecen dinosaurios, monstruos gigantes o alienígenas psicópatas.

Volviendo a este sueño, nos atacaban, nos invadían.
Había agujeros interdimensionales que aparecían de la nada desde los cuales aparecían seres de todo tipo. No eran extraterrestres cabezones de ojos grandes. No creo que fueran extraterrestres, sino más bien, seres de otras dimensiones.

Recuerdo muy bien un grupo en concreto que era de peluches, peluchitos asesinos. También recuerdo un grupo de gatos humanoides, que reclamaban la tierra, diciendo que en una época los gatos dominaban la Tierra y los humanos eran sus mascotas y su comida. Llevaban una figura de Bastet, la diosa egipcia gato.

Huimos, mis hermanas y yo. Sé que había más gente, pero no recuerod quién más. Se nos unió mucha gente en el camino.

A alguien se le ocurrió que si ellos iban a invadir la Tierra, nosotros huiríamos e invadiríamos sus planetas, así que buscamos los portales, que se abrían al azar.

Pero poco a poco nos dimos cuenta de por qué querían la Tierra: ellos fueron desterrados en su momento, a dimensiones y planetas igual de ricos y fértiles, y con el paso de los siglos los habían consumido... como nosotros estamos haciendo con nuestro planeta.
Era sólo cuestión de tiempo que nuestras tecnologías destruyesen nuestro planeta, y ellos lo sabían. Era el último planeta donde la vida era posible, y miles de especies luchaban por la supervivencia, que duraría apenas unos siglos más. Una triste supervivencia que consistía en destruir a la competencia para destruir lentamente el planeta.

Encontramos un lugar seguro y  entonces dejamos de correr, ahora sin prisa pero sin pausa. Estábamos cerca del teatro, pero no protegidos por su aura.
Entonces llegó el olor. Un edor a rosas, un edor a pasteloso, a bonito, a cuqui, procedente de una alcantarilla.

Abrimos la alcantarilla, era muy poco profunda y muy ancha. Era un refugio, y había un portal dentro. No lo vimos al principio, pero del punto de donde emanaba el aroma empalagoso comenzó a hacerse intenso y sentimos algo. Allí había algo. Tiramos una piedrecita, la más pequeña que encontramos, una punta de uña, y vimos que desaparecía antes de caer contra el suelo.

A mi hermana pequeña, que en el sueño tendría 15 años, no se le ocurrió nada mejor que entrar en el portal, para ver el mundo que emanaba el olor a rosas.

Desapareció mientras caía por la alcantarilla. Mi otra hermana cayó con ella al intentar detenerla. Insensatas.

Yo sentí que tenía que rescatarlas, y pedí a los que me acompañaban que me sujetaran de los tobillos y me metieran la cabeza 10 segundo en el portal, sólo metí la cabeza porque además con las manos me agarré a las escaleras del refugio, por si no aguantaban mi peso.

La primera entrada en el portal fue extraña. No me dio tiempo a ver nada, sólo que era un mundo vacío, y que no había ni rastro de mis hermanas.

Subí machacando los brazos y abdominales, y les pedí que me metiesen hasta la cintura y 30 segundos.

Volví a ver aquella dimensión. Sonaba una alarma... era una prisión en la que congelaban a los presos y les exponían en vidrieras. Supuse que la alarma era porque habían detectado a mis hermanas como intrusas.

El portal del fondo de la alcantarilla daba con el techo de la prisión, mis hermanas no habían podido volver al portal porque les quedaba muy alto y se habían escondido en aquél mundo.

Entonces vi corriendo a unos seres tan achuchables como siniestros. Me vieron, y subí lo más rápido posible del portal.

Trepé por la alcantarilla y les avisé de que venían a invadirnos más peluchitos, así que nos preparamos para el ataque con los primero que pillamos... bueno, realmente traíamos de antes unas cuantas palancas y bates de béisbol.

Los seres siniestramente achuchable llegaron con rabia. Cual  fusión pigmea de gremblin y oso amoroso, empezaron a chillar. No sé si nos llegaron a atacar, no nos lo pensamos, en cuanto saltaban del agujero les bateábamos en la cabeza.

Nos aseguramos de que realmente estaban muertos o inconscientes para mucho rato.

Y entonces bajé lentamente al portal. Miré dentro, y vi que no había nadie, salvo mis hermanas paralizadas en unas vidrieras. Fuimos a rescatarlas, junto con un amigo, atados por la cintura a nuestro mundo (así nos aseguramos de que no nos perdiésemos y no se cerrase el portal)

-¿Están disecadas? -preguntó mi amigo. Y en ése momento las dos giraron los ojos hacia nosotros.

-No, están congeladas.

Las llevamos a nuestro mundo, una vez cruzado el portal, volvieron a un estado normal.


Y seguimos corriendo hacia el Teatro, hasta rodearnos por su aura protectora.





Y pasaron los años... pero lo que pasó en esos años lo escribiré mañana.

viernes, 12 de julio de 2013

Cumpliendo los propósitos de 2013: Junio

Lo que no me gusta de los meses de verano es que el tiempo pasa mucho más lento y aún así no da tiempo a nada, y esa verdad golpea como un martillo.

Perder peso:
Fue comenzar el verano y perder 5 kg. No estoy haciendo dieta, aunque sí que procuro moderarme, El propósito de salir a correr y hacer ejercicio ha sido efectivo.

PROPÓSITO PARA JULIO: seguir así

Aprobar todo:
Aprobé todo a la primera, limpiamente.  Soy una crack. No tuve que hacer recuperaciones ni na'


PROPÓSITO PARA JULIO: Por primera vez en los últimos 3 años no tengo ningún examen por libre para septiembre u octubre, así que me puedo dar un respiro

No comprarme ropa:
Perfecto. Aunque mi amiga Marina, entre otras, me intenta tentar para que compre. Ahora que con el verano aparecen diseños bonitos es mucho más duro no comprar, pero cuando pienso en todo lo que estoy ahorrando, toda la ropa que no estoy usando, toda la ropa que tengo que arreglar, y todos los que no tienen ropa... se me quitan las ganas de comprar.  Aunque, cabe destacar, la entrepierna de la mayoría de mis vaqueros ya no soportará un arreglo más...

PROPÓSITO PARA JULIO: Seguir así, y además hacer limpieza de armario para donar lo que no uso

Leerme todos los libros estudiados en 2º bachillerato:
Ahí va, aunque se me hacen pesados a veces por el vocabulario y la forma de hablar de la gente del pasado, que son muy densos. 
Los libros me ayudan a mantener la cabeza ocupada y no pensar en la gente ni en el tiempo. 

PROPÓSITO PARA JULIO: seguir leyendo

Leer un libro (como mínimo) cada 2 semanas:
Cumplido, más o menos creo que sí.

PROPÓSITO PARA JULIO: seguir así.

Conseguir un trabajo de tiempo libre:
Alguna cosilla he hecho para sacar unos cuartos, pero bueno, como tampoco gasto (no compro alcohol, no consumo casi nada, vivo con mis padres, no compro ropa, no me voy de vacaciones, etc...) tampoco "necesito" ganar

PROPÓSITO PARA JULIO: no lo sé 

Verme, como mínimo, una película a la semana:
Síííí, por fin lo he coneguido

PROPÓSITO PARA JULIO: Descargar y ver más pelis

No cambiarme el color de pelo:
El cloro de la piscina, o el sol, lo ha decolorado un pelín, pero nada cantoso. Estoy empezando a pensar que cuando aún no me teñía y me decían que parecía pelirroja, va a tener algo de verdad, porque me he cortado (POR FIN) toda la parte teñida, y aún así, no en las puntas, sino a mediados del pelo, tengo mechitas pelirrojas.

PROPÓSITO PARA JULIO: seguir así, sobretodo nada de tintes en verano.

En verano es más sencillo cumplir las metas propuestas... veremos qué tal en Septiembre, a la vuelta.

El Jardín de los Sueños, Recuerdos Sellados y Libros (II)

Volví a quedarme dormida, y volví al Jardín.

Pero esta vez había algo diferente, que no podía identificar.

Entonces, vi a a una niña corriendo con un libro en la mano. La seguí, divagando sobre cómo podía haber entrado en mi sueño.

Al seguirla por los laberintos florales llegué a una nueva sección del Jardín, menos laberíntica. 
Me quedé aturdida, allí había mucha gente. Volví a encontrar a la mujer que me había guiado por primera vez.

-Hay dos formas de llegar aquí -dijo la mujer al leer la pregunta en mi rostro.- Soñando o leyendo. Al fin y al cabo, los que leen no hacen otra cosa que soñar de día.

Me fijé en todas las personas que allí había: todas llevaban un libro en la mano.

Cuando me quise dar cuenta, yo también tenía un libro, aunque no recuerdo cuál era.

La gente de allí parecía salida de otra época, no podría decir si era una época posterior o anterior a la que vivo. Era como si su aspecto y sus ropas se saliesen del tiempo. Eran tan extraños y a la vez no me llamaban la atención.

-El Jardín cierra a las seis -dijo la mujer.

-Las seis pasaron hace mucho, ya es casi de día.

-A las seis de la Madrugada. Tienes que volver a tu cama.

Asentí, y bajé laberintos florales hasta encontrar la salida del metro abandonada. Todos los lectores salieron conmigo. 

Me llamó la atención un señor uniformado que iba a contra corriente. Le grité que el Jardín estaba cerrando.

-Ya, pero yo soy el guardián. Cuando vosotros dormís, despertáis aquí, y aquí yo duermo y allí despierto. Cuando vosotros despertáis, cuando vosotros volvéis,  yo allí duermo, y aquí despierto -me costó un poco entenderle porque tenía un acento y una manera de hablar muy extraña.- Alguien tiene que regar esos Sueños y plantar nuevos Libros.

Me encogí de hombros y seguí metro abajo, con la marea de gente.

Para cuando me di cuenta de que la mujer que me había guiado no bajaba con la multitud, yo ya estaba despertando...

lunes, 8 de julio de 2013

El Libro Maldito

Estábamos a la entrada de un templo con ornamentación estilo egipcia, o quizás más antiguo que los egipcios. He soñado más veces con ése lugar, sé que dentro tiene laberintos que se mueven como serpientes a cada paso que das, que el camino nunca es el mismo. También sé que hay un cementerio bajo el templo, desde mucho antes de que el templo existiese.

Pero en esta pesadilla estábamos acampados a su entrada, no dentro ni saliendo (huyendo) de él.

Nos separamos con nuestros sacos y esterillas para cubrir toda la entrada al Templo.

Al cabo de unos segundos decidimos apiñarnos, porque a todos nos imponía que hubiera cincuenta metros entre cada uno, sobretodo porque con la poca luz que había parecía que estábamos solos.

Sé que éramos cinco, dos amigas, un amigo, yo y... no recuerdo quién es el quinto miembro del grupo.

Una de mis amigas nos habló aquella noche de un libro maldito, un libro que podían leer los vivos, los muertos, y los que nunca existieron. Un libro que estaba leyendo y que ahora se sentía obligada a seguir escribiendo, y decía que la estaba consumiendo.

Recuero que le hice la pregunta clave sobre de qué trataba el libro, y tras un largo silencio, en el que supe que había acertado, ella sólo dijo "Sí".

Intenté relajar a los demás diciendo que eso eran tonterías tradicionales, que teníamos que dormir ya. Hicimos algunos chistes para borrar la pesadilla en vida. Y por fin nos dormimos.

Al poco rato, unos chillidos me despertaron. Mi compañera pedía ayuda. Decía que había algo dentro de su saco que se la estaba intentando comer.

Entonces me di cuenta de que ya no estábamos a la entrada del templo, sino dentro de él.

La gritamos que saliera del saco y la ayudamos a salir. Observamos el saco, y no habíanada dentro. Ella, del dolor, cayó al suelo y comenzó a retorcerse, diciendo que algo la estaba destrozando.

Le arrancamos la ropa para ver si ese algo estaba bajo el pijama. Al desnudarla vimos su espalda, que era arena. Arenas del tiempo. Una cascada de arena y algún escarabajo salían de su espalda.

Nuestra amiga se estaba deshaciendo en arena.

Aquél que no recuerdo quién era, el quinto miembro del grupo, me pasó unos utensilios. Recuerdo verter agua sobre la cabeza de mi amiga y colocar un crucifijo sobre su frente y decir unas palabras que ni yo sé lo que querían decir ni en qué idioma estaban. Desde luego, no sonaban ni a latín, ni a griego, ni arameo, ni nada de eso. Ni a ningún idioma europeo. Más que palabras era un lenguaje de sonidos... era una cosa muy extraña.

Luego me separé de ella, y su espalda había dejado de sangrar escarabajos y arena.

Algo en el aire era diferente. Había calma y no corría el viento. Presagio de lo peor.

-Oh, no... estamos dentro del templo... -susurró mi amigo.

Entonces lo oímos, un grito único, pero como si lo dijese un ser compuesto de varias personas. Muchas voces, una misma boca. Desde la oscuridad, aullando.

Y entonces le vimos correr hacia nosotros. Un ser que parecía una mala costura entre piel de hombre, lobo y oso, con tentáculos, además.
Tenía seis brazos, la mayoría de los cuales acababan en muñones vendados. Ninguno de sus brazos parecía provenir de la misma criatura.

Se abalanzó sobre nosotros. Mientras mis amigas se alejaban, los chicos y yo intentamos luchar contra él.

Parece que la pelea fuera a cámara lenta, podía ver sus pasos y dónde iba a dar cada puñetazo, pero yo también me movía a cámara lenta y no fui capaz de esquivarlos todos.

Los chicos inmovilizaron algunos de sus brazos, llegando incluso a arrancar alguno mal cosido.

Yo fui más lenta, me pegó un puñetazo con uno de los muñones en las costillas  de abajo a la derecha, y desperté.

El Jardín de los Sueños, Recuerdos Sellados y Libros (I)

No supe cómo había llegado hasta allí. Todo a mi alrededor eran flores, que sin ánimo ni apariencia de laberinto, formaban una flora salvaje y estratégica para que cualquiera que entrase en el Jardín no supiera cómo salir sin ayuda de alguien que lo conociese.

El Jardín era infinito. Estaba sola y perdida, dando vueltas y pensando que el Jardín tenía vida propia y que cada vez que miraba a otro lado jugaba a cambiar de posición a mis espaldas, pero en cuanto me daba la vuelta todo estaba quieto y tranquilo.

"Estuve en este lugar antes" recordé de otro sueño que tuve en la víspera de todos los santos de 2008 ó 2007 "Era un cementerio, y daba al mar, aunque nunca lo vi. Esta debe ser la otra cara que no llegué a encontrar..."

Entonces un sonido me llamó la atención: ruido de coches. Seguí el sonido y llegué hasta un límite. 

me quedé aturdida, no sabía que podía haber un límite en aquél mundo infinito.

Vista de los rascacielo de Gran Vía desde la azotea del CBA | Foto de David Fernández MolinaNo podía ver, ni oír como en la vida real, pero sentía que al otro lado de aquella mata de flores y hiedra estaba un precipicio, y el precipicio daba a la calle Alcalá de Madrid. Era de noche, y apenas pasaban coches, pero los podía sentir. 

Sentí al ángel de la Metrópolis mirar con ojos de ciego las calles, controlando y cuidando; y mirar hacia el Jardín como quien mira sin ver, como si supiera que hay algo que no puede percibir.


-Es la frontera con el Mundo Real -dijo una voz a mi espalda. Me asusté mucho, creí que estaba sola. Me giré rápidamente, preparada para defenderme. Pero en cuanto la vi supe que no  iba a atacarme.

Una mujer mayor, esbelta, con el pelo corto y gris me observaba. Tenía un libro en la mano. No recuerdo su ropa, pero llevaba un chal, creo que morado, que no le pasaba por el cuello y le colgaba de los hombros.

Me invitó a dar un paseo y hablamos durante horas ¿De qué? No lo recuerdo, pero sé que se trataban de recuerdos.

Oí los bombarderos.

-La gente viene aquí a esconder y preservar lo que más aprecian. Supongo que tú has entrado por la entrada tradicional -dijo señalando una entrada de metro abandonada, apenas visible entre la hiedra, que hasta que no señaló yo juraría que no había visto- ¿dónde vas a esconderlos?

Y entonces me di cuenta de que tenía unas fotos y algo más en la mano. No recuerdo nada de lo que salía en las fotos ni de qué era lo otro, pero me hago a la idea. Supongo que esconderlos tuvo su efecto, ahora son Recuerdos Sellados.

Por indicaciones de la mujer decidí esconderlos en una fuente, dentro del agua, cerca de un foco y el bordillo.

No había monedas en la fuente, pero había algo que brillaba mucho más. Un collar. Supe al instante que era de la mujer que me acompañaba.

-Perteneció a mi familia, y es el recuerdo de mi primer amor -dijo, y comprendí que no debía urgar más en sus recuerdos, así que no quise preguntar más.

Coloqué las fotos en el fondo de la fuente y puse lo otro encima para que no flotasen.

Os mentí cuando dije que no me acordaba de lo que salía en las fotos. En realidad sí me acuerdo de algo, aunque sea poco. Me acuerdo que salían algunas personas que nunca llegarán a existir. Y personas que se fueron hace mucho y nunca dejaron fotos como aquellas.

Había una foto en la que salíamos tres personas, una de ellas una chica, que nunca llegará a ser. 
En otra salíamos cinco personas sentadas en unos escalones de madera, tres en la banda de arriba y luego otra y yo abajo. Los de la parte de arriba jamás llegarán a ser algo más real que un sueño. En algunas fotos salían estas personas inexistentes con mis difuntos, todos sonrientes y en conjunto.

Y así bastantes más fotos donde se mezclaban personajes reales vivos, reales difuntos e inexistentes.

Volví a oír bombarderos, y desperté.

domingo, 23 de junio de 2013

Aléjate de él

No sé muy bien cuándo comenzaron estos sueños angustiosos de advertencias.
No quiero dar muchos detalles, porque me deprime recordar los escenarios del sueño. Sólo diré que fui su jurado y su juez, pero por suerte nunca abogada en su defensa.

Todos tenían la cabeza en la superficie, salvo los jueces, que estábamos sumergidos de cuerpo entero. Eran dos mundos, el de la superficie y el sumergido. Aquéllos que ganaban en el juicio acababan sumergiéndose también, y se convertían en jurado de los siguientes.

Gente que no conocía me advirtió que me alejase de él, incluso él me lo dijo, de la manera más borde que se le cruzó. Luego se arrepintió un poco y me advirtió, esta vez algo más dulce. Yo le dije que no podia alejarme, que iba a ser su jurado y juez.
Su expresión cambió al momento, vi que se arrepentía de haberme tratado así, porque ahora sabía que iba a perder mucho más de lo que se jugaba en aquél juego.

Salí corriendo de este sueño, para alejarme de él.

Noches más tarde tuve la continuación de este sueño.
La gente que no conocía me preguntaba sobre porqué no voté, porqué no hice el juicio que me tocaba. Yo evadí ese tema y me dediqué a la labor que estaba haciendo en el sueño: guiar un rebaño de ovejas, que luego se transformaron en niñas pequeñas con tutús y trajes de bailarinas.

Guié al rebaño de bailarinas lejos de aquél pueblo en ruinas, rodando colina abajo. La gente que me veía me seguía recriminando sobre el juicio. Les expliqué lo que era cargo de conciencia, y no lo entendieron.
Aquél pueblo creció en ruinas, y se convirtió en una gran ciudad, ciudad de ruinas, cuyos edificios deteriorados se convirtieron en sal y arena.
Seguí con mi rebaño de bailarinas, teníamos que subir a un remolque para huir de aquella ciudad.

Y le vi, por el rabillo del ojo, abriendo la puerta de una pared que sólo era eso: pared y puerta, y salir al exterior de lo que había sido el hogar de barro. Vi por el rabillo del ojo cómo miraba hacia todas partes al ver que su mundo era sólo sal y arena, y vi cómo la benjamina de su familia se unía al rebaño de bailarinas.

Intenté pasar de largo pero me vio, y su mirada se clavó en mi nuca como miles de agujas. Sentí que me miraba pensando "¿Por qué no votaste a mi favor?". Y entonces supe el veredicto final, había perdido el juicio. Y yo me sentía culpable, aunque creo que se lo merece.

Montamos en el  remolque con el rebaño de bailarinas, niñas que rebosaban de pulcritud e inocencia. Había una chica un poco más mayor haciendo de copiloto. Leyó mi expresión en el rostro. "No mires atrás", me dijo leyendo mi pensamiento, "aléjate de él". No sé quién era aquella chica ni si existe en la vida real. Tendría 24 años, como muchísimo, voz un poco de niña, muy delgadita, tan alta como yo, con el pelo corto marrón oscuro que le llegaba un par de dedos más abajo de la barbilla. Sus ojos eran marrones, muy normales. No tenía nada a destacar, pero me resulta una imagen familiar que no consigo identificar, sobretodo por la voz.

Nadie me dijo por qué tenía que alejarme de él, ni lo pregunté. Supongo que porque en ese momento tenía que juzgarle y no hubiera sido objetiva, pero no entiendo que relación tiene todo esto con el mundo real.

Ahora sólo sé que no quiero acercarme a una persona porque mis sueños me han inculcado la paranoia de que debo alejarme de él. Y si un sueño me dice que debo alejarme de él, amén. Es mejor prevenir que curar. Quizás mi subconsciente haya visto algo que yo no puedo ni quiero ver.

sábado, 22 de junio de 2013

Piel de lobo

Era una época de guerras.
Recuerdo un campo de batalla en una pequeña península, estábamos cerca del mar, como en una playa con dunas y hierbas altas.

La mitad de nosotros atacaba de frente al enemigo, que venía en caballo.

La otra mitad, a la que yo pertenecía, se enterraba entre las dunas y permitíamos que el enemigo nos pisotease, para luego rodearle y atacar.

El enemigo descendió una gran duna llena de montículos entre los cuales nos enterramos. Parecía que teníamos las de perder, pues la altura les daba ventaja, pero una vez que sus caballos nos pisotearon y oímos el grito de ataque de los nuestros, salimos de nuestros agujeros y emergimos de entre las dunas vestidos con pieles de lobos. Corrimos cuesta abajo tras ellos, teníamos la guerra ganada.

Recuerdo haber bebido algo y sentir que se me dilataban las pupilas, que la percepción de los colores era diferente. Luego me di cuenta de que estaba a cuatro patas corriendo (o más bien volando, porque apenas pisaba la tierra a la velocidad que iba) hacia el enemigo, acorralándole duna abajo, cerca del mar.

Cuandome quise dar cuenta, ya no llevaba la piel de lobo.

Yo era el lobo.

Y cenamos la carne de nuestros enemigos.

sábado, 8 de junio de 2013

Patio infinito

Justo fue esto lo que me encontré cuando me adentré en el abismo de luz al final del pasillo de agua del sueño que os conté el otro día.

Al principio la luz me cegó, era la luz de las 12am de un día de verano en Andalucía, pero miré al cielo y no vi ningún sol. Tampoco pude encontrar mi propia sombra. El suelo era como tiza sobre la que se había formado arenilla de la erosión del viento. Me levanté y sacudí la arena. Miré a mi alrededor y pensé "estoy en un gran patio".

Era un lugar de espera aquél patio. Estaba rodeado por arcos de estilo árabe, como si le hubieran quitado el techo a la mezquita  de Córdoba y apilado unos arcos sobre otros. Se podían contar tres filas de arcos en vertical, unidas unas a otras. Estas daban a 3 pasillos sobre cada una.
No podía subir a los pasillos porque a mí no me correspondía estar allí. La gente que nos observaba desde los pasillos en vida había sido gente religiosa, daba igual la religión, pero había sido gente que se había entregado totalmente a ello. Todos vestíamos túnicas blancas, pero a pesar de eso al mirarles podías distinguir que este había sido un rabino, el otro un sacerdote cristiano, aquella una monja, aquél el chamán de una tribu... etc, todos gente consagrada, a su manera, a su religión.

Me sorprendió que todos tenían aspecto joven para las largas vidas que habían vivido, y luego miré a mi alrededor y me di cuenta que daba igual la edad a la que hubiéramos muerto, todos nos mostrábamos en una edad joven. Y no eran sólo las personas de los pasillos las que vestían de blanco, sino todo el mundo, aunque cada túnicao vestido era diferente.

Esa gente de los pasillos nos vigilaba, y esperaba. Nos cuidaba, pero... ¿de qué?

Llamé a una chica que había sido monja en una vida hace muchos siglos. Ella bajó unos peldaños blancos hasta mí, pero se quedó a dos peldaños del suelo, sin pisar la arena en la que yo estaba. Íbamos descalzas, pero no se me abrasaba la piel al tacto del suelo.

La pregunté qué hacíamos allí, y ella me contestó algo que ya sabía: esperar.

Estuvimos un rato hablando, de un poco de todo. La frase que me dijo y se me quedó grabada fue "Yo ya morí hace mucho tiempo, y todavía no Le he visto", porque lo dijo mirando al infinito, con cierta incomprensión por la situación. Quizás estaba cansada de esperar, llevaba mucho tiempo esperando. Y nada es peor que esperar mucho tiempo en un lugar en el que  el tiempo no existe.

Seguí  deambulando por el patio, caminando de frente para ver si veía los bordes de este, pero fue en vano. No se veía horizonte, no se veía límites, pero yo sabía que tenía que haberlos, que estábamos en un gran rectángulo, pero no me atrevía a separarme de la muralla de arcos por la que había llegado, porque me daba miedo llegar a un punto en el que no viese ninguna muralla ni punto de referencia, sólo la arena que pisaba.

Fuera por donde fuera, siempre había gente, mucha gente, pero todo era tan amplio que no estábamos apretados, y caminaban tan lento mientras charlaban que no levantaban arena.

Me di cuenta de que todas las caras me resultaban familiares, de que conocía sus vidas enteras aunque habían vivido siglos antes o despué de mí. Y ellos conocían la mía. Como si fuéramos parte de una gran conciencia infinita y fuéramos transparentes ante los demás.

Otra cosa de la que me di cuenta es de que era la única que caminaba sola, así que me uní a un grupo de gente. Eran filósofos, o al menos filosofaban.

Recuerdo que en el sueño, al menos en esencia, charlé con Tales de Mileto, con Platón, con Eráclito, con mis ascendentes que fallecieron durante la peste negra, y con la abuela de mi madre. Recuerdo que me cruzaba con cualquier persona y hablábamos tan tranquilos como si hubiésemos sido siempre amigos, o más bien, hermanos.

Se respiraba la paz del ambiente y la empatía de las personas del lugar.

Y seguí caminando ala deriva, charlando con la gente... y esperando.

Aunque nunca supe muy bien a qué esperábamos, pero sabía que esto no acababa ahí.


martes, 4 de junio de 2013

Cumpliendo los propósitos de 2013: Mayo

Mayo ha sido el mes más asqueroso que he tenido en mucho tiempo, no he hecho mucho más que estudiar... la verdad es que no recuerdo casi nada de Mayo, quizás porque no hay mucho que recordar, o quizás porque mi memoria selectiva prefirió olvidarlo

Perder peso:
No he tenido atracones de chocolate. Más bien se me ha ido el apetito. He salido a correr de vez en cuando, bastante, cuando me enfado con el mundo salgo a correr porque si me quedo quieta mato a alguien. He perdido 3 Kg en cuanto han acabado los exámenes, en menos de 2 semanas. Esto no puede ser bueno... no sé si atribuírselo a la pseudodieta que estoy haciendo, a que salgo a correr, o a que los nervios han liberado mis intestinos y defeco más que un pony...

PROPÓSITO PARA JUNIO: salir a correr y hacer otro tipo de ejercicio más variado.

Aprobar todo:
Siguen sin corregirnos las asignaturas que creo que he suspendido, pero han liberado las notas finales de 3 de ellas, y tengo un 7,4,un 7,1 y un 6,1 (aunque en la que he sacado un 6,1 estoy bastante triste porque era la que me esperaba buena nota, me contento  con las otras, que eran en las que me esperaba un 6...)


PROPÓSITO PARA JUNIO: Aprobar las recuperaciones, que son en 5 días y todavía no sé si tengo que hacerlas o no...

No comprarme ropa:
Perfecto. Ahora hemos bajado la máquina de coser de casa de mi abuela, este verano me dedicaré a arreglar los pantalones desgastados por la entrepierna, y quizás me haga algún vestidito. ¡Tengo que aprender a coser ya! Y así podré salir de estas estúpidas modas...
El no comprar ropa ha generado que mi manera de ver la sociedad sea diferente. Todo el mundo se queja de la crisis, pero todo el mundo sale de compras cuando puede... Comprar ropa que dejarán de usar para el año siguiente cuando se pasen las modas... o ropa de mala calidad que se acabará destrozando, porque hoy en día todo se hace para que pase.

PROPÓSITO PARA JUNIO: Seguir así.

Leerme todos los libros estudiados en 2º bachillerato:
He leído unos paesr de libros desde que acabaron los exámenes, pero ninguno de los de bachillerato. 

PROPÓSITO PARA JUNIO: seguir leyendo, pero de bachillerato.

Leer un libro (como mínimo) cada 2 semanas:
Cumplido, incluso  más de 1 cada 2 semanas.

PROPÓSITO PARA JUNIO: seguir así.

Conseguir un trabajo de tiempo libre:
No estoy haciendo nada, y no sé si voy a querer buscar algo en verano, porque eso significará no tener vacaciones, nada de nada, y me gustaría emplear este tiempo en sacarme el carnet de conducir

PROPÓSITO PARA JUNIO: no lo sé 

Verme, como mínimo, una película a la semana:
A partir del lunes empezaré, lo juro.

PROPÓSITO PARA JUNIO: Hacer una lista con pelis que debo ver, y seguirla.

No cambiarme el color de pelo:
El cloro de la piscina, o el sol, lo ha decolorado un pelín, pero nada cantoso.

PROPÓSITO PARA JUNIO: seguir así, sobretodo nada de tintes en verano.

domingo, 2 de junio de 2013

Almas al agua

Estábamos encadenados entre nosotros. El suelo era tierra, pilares finos que se resquebrajaban. Parecía que en cualquier momento se iba a abrir por completo e iba a salir lava.
Y más o menos, fue eso lo que pasó, excepto por la lava.

Con mi muñeca derecha estaba encadenada con mi padre, a mi izquierda no recuerdo quién había. Todos los encadenados, muñeca a muñeca, eran miembros de mi familia, amigos y conocidos.  No sabría decir si la cadena humana era infinita o éramos cuatro gatos.

Estaba muy desorientada. No sabía ni dónde estaba ni qué estaba pasando, y las cadenas me aturdían.
Entonces mi padre me dijo algo, una advertencia, y lo vi.

Miré al frente y allí estaba ella, quien es yo. Y ellos, nuestros lados oscuros. Puede que físicamente nadie la hubiese encontrado mi parecido con ella, pero cualquier persona que se la cruzara por la calle sabría que ella era yo. Irradiaba mi esencia.

Aunque lo cierto era que en un lugar como aquél todos éramos en esencia, no por aspecto físico...

Ella sonreia. Tenía el mismo aspecto que en el sueño de hace unos meses.

De su pecho izquierdo salía una cadena... que descubrí que conectaba con mi pecho. Di un  tirón a la cadena, no estaba enganchada a mí, simplemente, salía del medio de mi pecho.

Ha pasado tanto desde este sueño, que ya apenas lo recuerdo... lo comencé a escribir hace un mes, a las 2 semanas de que sucediese, y ahora ha pasado tanto...

Pero recuerdo que todos tenían a alguien encadenado al pecho, sus lados oscuros. Teníamos que derrotarlos. Teníamos que liberarnos de las cadenas.

"Ten confianza" o "Tienes que confiar", dijo mi padre, a mi derecha.

Vi cómo la lucha, más mental que con las manos, más de el tipo de lucha psicológica que lleva a cabo una persona cuando quiere renunciar a un vicio que una lucha violenta, aunque habia un poco de ambos, estaba de nuestro lado.

Aquellos que ganaban, desaparecían sus alter ego, y se derrumbaba el pilar. Al principio no vi que había debajo, estaba convencida de que era lava, pero cuando me quedé sola con mi otro yo, vi cómo caían al agua, el agua más pura que haya visto jamás.  Sus alter ego simplemente desaparecían, como si nunca hubieran estado allí, nunca hubieran existido... sé que no regresaban dentro de ellos, eso, seguro. Y las cadenas desaparecían, eran totalmente libres.

Al caer al agua nadaban hacia un pasillo subterráneo, parecía que fuesen aguas termales.

Pero yo tenía miedo. Tenía miedo de mí y de caer al agua y abrasarme, porque aquellos que no perdían caían al agua y se quedaban flotando bocabajo. Y yo seguía convencida con que el agua era lava.

"Tienes que confiar, yo ya no puedo quedarme más" dijo mi padre y venció a su otro él, derrumbando el pilar que sostenía su porción de tierra (y por su culpa, casi caigo yo también) y desapareciendo sus cadenas.
"No tengas miedo" dijo antes de zambullirse en el agua, y luego nadó y nadó, sin mirar atrás.

Seguía teniendo miedo, pero entonces vi algo que me hizo no tener nunca más miedo: aquellos que habían quedado bocabajo, que habían sido derrotados, volvían a moverse y nadaban hacia adelante con el resto.

¿Qué era lo peor que me podía pasar? Si perdía la lucha psicológica en la tierra, la ganaría en el agua.

Así que me enfrenté a mí misma, fue un instante bastante duro pero breve. Entonces ella ya no estaba, como si nunca lo hubiera estado. Ya no tenía cadenas, y cuando me quise dar cuenta estaba cayendo en el agua.

Caí bien, en el estilo de salto que de niña hubiera denominado "palillo", es esa posición de piernas juntas y brazos cruzados que te obligan a poner en los parques acuáticos,  más o menos.

A mi lado uno de los que habían quedado bocabajo empezó a moverse, y pensé que no había tiempo que perder quieta en el agua. Empecé a nadar, manos a crol y pies a ranita. Casi nadie buceaba, yo no buceé. Me daba cosa cerrar los ojos, sumergirme y perderme algo por parpadear.

O tal vez me daba miedo sumergirme y que al salir a coger aire la realidad fuera totalmente distinta. Es una paranoia que tengo desde que tengo memoria, recuerdo que pensaba eso ya en la bañera de bebé... y seguí jugando a ello hasta que dejamos de tener bañera. Mi juego se trataba de que cada vez que me sumergía y volvía a la superficie, el mundo había cambiado y yo debía pasar desapercibida y sumergirme muchas veces hasta volver a mi mundo... Que el agua era un portal.

Volviendo al sueño, nadé hasta esa esquina que daba a un pasillo de agua, que daba a... mucha luz, tanta, que no se podía mirar. Era una puerta, seguro, pero no podía verla, todos nadaban hacia la luz, yo también...

Y entré en la luz...

Y de lo que allí encontré, ya hablaré en otra entrada... era la luz de un sol de verano en Andalucía a las 12am.

sábado, 1 de junio de 2013

No lo recordarás cuando despiertes

De otras partes del sueño no puedo acordarme, pero de esta sí.

Sé que había un cuaderno, que estaba soñando en un sueño,y que al despertar apunté lo soñado en el cuaderno.
Sé que sabía que era un sueño, que sabía que tenía que despertar del todo para poder escribirlo.
Sé que huía de algo, o alguien, y que el corazón se me aceleraba... mientras, corría con el cuaderno buscando el momento, o quizás el lugar adecuado para poder despertar.
Sé que tropecé, y el cuaderno cayó sobre una mesa de forma extraña. Era una mesa que estaba formada por varias partes de diferentes mesas, una quimera desagradable a la vista.

Y entonces recuerdo que apareció, una sombra.
Recuerdo que desde el suelo levanté la cabeza y le vi la cara, pero no la recuerdo. Sé que escuché su voz, y recuerdo que era una voz másculina, poco más. Puede que pareciera joven por su voz, pero sabía que aquél personaje podía ser tan antiguo como el tiempo.

Cogió el cuaderno de la mesa. Yo no podía moverme del suelo, me había quedado congelada.

Él, o ello, negó con la cabeza mientras chascaba la lengua. Entonces leyó lo que había escrito en voz alta.

Y lo único que recuerdo de lo que escribí, es que eran cinco puntos, que eran frases de entre 3 y 5 líneas; y que eran muy, muy importantes.

-No lo recordarás cuando despiertes -susurró él, o ello, con voz tranquila. Entonces acarició con sus dedos índice, corazón y anular, cuyas uñas eran largas como de mujer, lo que yo había escrito en el cuaderno y repitió una vez más alto - No lo recordarás cuando despiertes.

Y sentí como de su caricia, el cuaderno le hacía una herida abierta y sangraba levemente, y luego aparecía algo parecido a las brasas del fuego. El cuaderno acabó siento cenizas, supongo.

Yo nunca lo supe, porque cuando me susurró "no lo recordarás cuando despiertes" la primera vez comencé a sentir pesadez en el cuerpo, como si me hubieran envenenado con somnífero, y aunque traté de resistirme, caí rendida tras que él acariciase el cuaderno...

Y soñé de nuevo dentro de un sueño, soñé que corría por as almenas, con bollos de azúcar morado y azul, y con alguien que prefería comer almas a comer bollos. Pero este es un sueño más complejo que contaré en otro momento...

jueves, 23 de mayo de 2013

Venimos a hacerte un truco de magia

Soñé que soñaba, que estaba plácidamente dormida en mi cama, cuando me abordó una sensación de pánico, como en las parálisis.

Creí que era la realidad. No podía moverme, y difícilmente conseguí abrir los ojos. Me quedé tiesa, muy estirada, bocarriba sobre mi cama.

Entonces alguien encendió la luz del pasillo. Quise gritar para pedir ayuda, pero no podía moverme.

Entonces vi tres sombras que entraban en mi cuarto. Pensé que era algo malo, muy malo.

Una voz femenina preguntó mi nombre. "Nos envía Eyre" dijo. Y se quedaron observándome, pues estaba en posición de dormir pero con los ojos muy abiertos y el cuerpo muy rígido. Repitieron mi nombre "¿Estás despierta?" . Al cabo de un rato conseguí moverme.

Y entonces pude verlas, eran 3 chicas de como mucho 14 años. No las he visto jamás en mi vida, pero en el sueño aparecían con detalle, hasta las marcas de los granos de acné . No tenían nada que destacase con que  describirlas, eran muy normales.
Me relajé bastante. Miré a mi alrededor, mi cuarto ya no era mi cuarto, sino una estancia con camas mucho más grande.

"Venimos a hacerte un truco de magia" dijo mientras sacaba algo del bolsillo de atrás de un abrigo-capa que llevaba.

No llegué a ver que era, porque en ese momento entró Eyre, también sacando algo de su  abrigo, interrumpiéndonos gritando "¡¡Veníamos a hacerte un truco de magia!!"

Y se acabó.

No pude ver qué sacaban del abrigo.

lunes, 20 de mayo de 2013

Invierno de guerras

Vivíamos en una cabaña donde había más gente hospedada.
Eran tiempos de guerra. Yo había pasado toda mi vida en el valle, donde siempre es primavera, pero estaba cansada de la monotonía y había decidido subir a la montaña, para algún día ver qué había más allá de la cordillera.

Recuerdo que la primera noche nevó, y para mí hasta entonces la nieve no era más que las palabras de aquellos que la habían visto mucho antes que yo. Pensé que me conmovería, pero me sentía asustada. Hacía mucho frío. Recuerdo despertar ese día en una habitación de la buhardilla en la que ni siquiera cabía yo de pie y mirar por la ventana, y ver todo lo que había sido roca o bosque cubierto por una capa de nieve.

La nieve era traicionera, caminábamos cerca de la casa, por los caminos que conocíamos de memoria, en fila de uno y atentos.
Un tanque-coche se salió una vez del camino, y fue sepultado por la nieve. Veíamos en el cielo cómo volaban bombarderos  hacia un lado y hacia el otro de la cordillera.
 La gente  de la cima se había negado a acoger a los soldados, ya que estaban en contra de la guerra. El ejército no insistió mucho, nadie quiere acogerse donde siempre es invierno cuando tiene la eterna primavera a pocos kilómetros.aún así, 5 soldados convivían en la cabaña con nosotros, para controlarnos, alegando que ahora todo era de todos, pero no trabajaban como nosotros, no cultivaban árboles en el hielo, ni araban la nieve, como nosotros, que estábamos de sol a sol cultivando la tierra helada, cuyos frutos eran unas especies que jamás he visto en vida y no sabría cómo describir... eran plantas de agua, pero que alimentaban.

Nuestras ropas eran de ese color amarillento que destaca que es viejo. Llevábamos una camisa y un cinturón ancho para enganchar una manta larga que hacía de falda y llegaba hasta los tobillos, era una falda gruesa y eficaz contra el frío. Las botas impermeables de piel llegaban hasta la pantorrilla. Nos recogíamos el pelo en moños bajos y cargábamos con las cosas en un cesto sobre nuestras cabezas.

El invierno cada vez era más frío. La nieve cada vez más espesa. Los pájaros metálicos en el cielo más abundantes.

Decidimos tender una trampa a los soldados que vivían a costa de nuestro trabajo, y acabaron cayendo al vacío, envueltos en nieve, en una avalancha infinita. Ellos y una especie de tanque-avión-trineo.


Y supimos que vendrían más,  y que acabarían con nosotros, así que decidimos movernos.

Yo llegué allí con la intención de pasar al otro lado de la cordillera, por lo que la decisión de abandonar la gran cabaña perdida en la cima de la montaña no me apenó, pero otros miembros de la comunidad se desmayaron del disgusto.

Y así fue como la comunidad, que no conocía otra tierra que la nieve y otra temperatura que aquella que estaba por debajo de los 10ºC, se vio obligada a cruzar a las tierras del otro lado de la cordillera, tierra que no era de nuestro dominio, unos pocos kilómetros que suponían un nuevo mundo.


sábado, 11 de mayo de 2013

¿Con quién duermes?

Estaba en un estado de transición entre sueño y vigilia, cuando llegaron mis padres a casa. Oí que preguntaban por mi, pero es natural que si yo me levanto a las 6am y ellos a las 7.30am, no tenga tanto aguante para permanecer despierta a la hora que volvieron, que fue tarde en la noche.

Mi padre vino a mi cuarto y yo ya estaba acostada. No me había visto en todo el día, porque salgo de casa a las 7am, y él se despierta media hora más tarde.

Lo que yo recuerdo es que me pidió perdón y me dijo que me quería y un montón de cosas chorradas de esas que dicen los padres en las pelis americanas cutres que echan los sábados por la tarde en Antena 3.
Lo que él dice que me ha dicho esta mañana es, literalmente "Eh, que aunque te regañemos mucho, también te queremos".

Otra cosa que recuerdo es que se empezó a reír porque duermo con un peluche (que según el es un perrito, pero no, os garantizo que es un oso polar)  y me preguntó entre risas "¿Eh, con quién estás durmiendo?" a lo que yo recuerdo haber contestado, desvariando (en ese momento que sabes que das contestaciones sin sentido porque tienes sueño pero que no sabes cómo hacer para que tengan sentido y sólo quieres que te dejen en paz y seguir durmiendo): "papá, déjame, sabes que no tengo novio ahora". Bravo por mí. Y él contestó "No, me refiero a tu amiguito el peluche de perro". Y yo recuerdo haberle explicado que me protegía de las pesadillas, pero creo que él ya no estaba allí. Se fue riéndose de mí porque tengo casi 19 años y duermo con un peluche. De pequeña nunca pude dormir con uno, me movía demasiado y los tiraba de la cama.
Juraría que me dio un beso en la frente antes de irse, pero me parece raro ese gesto. Creo que hace años que no lo hacen, muchos años.

Cabe destacar que al principio pensé que era una pesadilla, porque oía su voz distorsionada, más grave, y no podía ver más que siluetas recortadas contra la luz.

Pero bueno, le he preguntado esta mañana, y resulta que fue de verdad, así que puedo estar tranquila, la racha de visitaciones por siluetas pasó y no ha vuelto aún.

Fiesta privada

No me apetece dar muchos detalles sobre la gente que se hallaba en la fiesta, el caso es que había tanto amigos como indeseables, celebrando algo, algo relacionado conmigo, pero nadie me hablaba.

Mis amigas tradicionales, que habían organizado la fiesta en mi honor, habían invitado a sus amigos, no a los míos, a gentes que en la realidad no me caen mal, pero prefiero mantenerme alejada de ellos.

El caso es que les trataba echar de mi casa y no me hacían caso.

Discutía con la que consideré hasta cierta edad mi mejor amiga, era una discusión muy fuerte, que acababa muy mal, en la que nos decíamos (o más bien, yo le decía) muchas verdades, y un millón de cosas de las que estaba harta, entre ellas, su relación con esas gentes que no son santo de mi devoción.

Cuando conseguía echarles de mi casa, resultaba que empezaba a caminar por un pasillo que siempre acababa en pared y otro pasillo a la derecha. 

Tras mucho caminar, acababa en el pasillo de casa de mi abuela, donde estaban todos de fiesta otra vez.

Les volví a echar, pero esta vez había más amigos. 

Eché de la casa a los traidores y me quedé con los amigos fieles, de fiesta en la piscina.

Creo que ya sé cómo y con quién celebraré este año mi cumple...

domingo, 28 de abril de 2013

Cumpliendo los propósitos 2013: Abril


Abril no ha sido para nada menos duro que Marzo... conforme se acerca Mayo, todo se vuelve más complicado.

Perder peso:
No he comido kebabs y esas cosas por ahí, pero debido a la ansiedad de los exámenes he estado comiendo mucho chocolate. No he engordado porque llevo un desorden de comidas por culpa de los malos horarios y el estrés, resumiendo, como poco, pero lo poco que como son guarrerías de chocolate. 

PROPÓSITO PARA MAYO: evitar los atracones de chocolate.

Aprobar todo:
Siguen sin corregirnos


PROPÓSITO PARA MAYO: Aprobar y sobrevivir en el intento

No comprarme ropa:
Perfecto. Salvo un vestido que compré para la coreografía de baile, que eso está justificado . Aunque hay que admitir que con la llegada del buen tiempo y los modelitos bonitos esto se hace más duro...

PROPÓSITO PARA MAYO: Seguir así.

Leerme todos los libros estudiados en 2º bachillerato:
Imposible. Estoy hasta el moño de exámenes, tendrán que esperar a después de Mayo.

PROPÓSITO PARA MAYO: aprobar todo, y entonces leer literatura

Leer un libro (como mínimo) cada 2 semanas:
Cumplido, aunque me gustaría leer más. Lo cierto es que la mayoría de lo que estoy leyendo es cosas en inglés y relaccionadas con la carrera.

PROPÓSITO PARA MAYO: lo de arriba.

Conseguir un trabajo de tiempo libre:
Me quedan 2 semanas de trabajo, luego tendré que estudiar a tope. Cuando pasen los exámenes, veré qué hago con mi vida. En principio está planeado que vaya a Marruecos a trabajar de servicios informáticos...

PROPÓSITO PARA MAYO: mantener  el ánimo arriba

Verme, como mínimo, una película a la semana:
¿Las pelis cutres de los sábados por la tarde de antena 3 cuentan?

PROPÓSITO PARA MAYO: aprobar todo y entonces ver muchas pelis, para compensar todo lo que no he visto ahora

No cambiarme el color de pelo:
Tengo mono de cobre, pero no, no me he echado nada ,aún. Tengo MUCHO mono... pero intento pensar que llega el verano y que me haga lo que me haga, no me duraría mucho y sería una pérdida de dinero

PROPÓSITO PARA MAYO: seguir así