martes, 29 de enero de 2013

Más allá de la moral...

Parece, desde un punto de vista egocéntrico-paranoico, que al Mundo le ha dado por girar alrededor mía estas últimas semanas.

Tenía un secreto, por así decirlo, aunque de secreto tenía lo mismo que de "malo".
Cada palabra, frase, cada mirada directa o del reojo, parecía ir dirigida a mí, diciendo "sé lo que estás haciendo".

Y yo, intentando fingir que ese doble malvado no había salido aún, ya ni siquiera negaba lo que susurraban las voces de las miradas acusadoras.
Ahora, simplemente, me dedico a callar.

Que el silencio otorgue lo que le venga en gana.

Todo iba mejor siendo malvada. Pero hace unos días, renuncié.
No por cargo de conciencia, sino más bien por un miedo altruista,  por honestidad o por las influencias que tuvo  en mí el libro que leía en el momento, en el cual había una relación directa entre la humillación popular y el honor propio, en el que a la heroína de la historia parecían perseguirle a la par.

Decidí optar por lo que mi niña interior creía "lo correcto".

Y desde que elegí "lo correcto", parece que todo va yendo a peor...

Soy malvada y todo va genial, soy buena y todo se hunde. "Trampa", es la única palabra que se me cruza por la cabeza. Últimamente pensaba que las cosas iban demasiado bien y todo esto parecía parte de una trampa. Como si todo fuera una prueba. Al fin y al cabo, eso es la vida, una Gran Gymkana. Ahora sólo tengo que mantenerme en el bando correcto... Aunque cueste. Quiero saber qué truco retorcido hay detrás de todo esto, ahora comprendo cómo Descartes llegó a una primera conclusión de que había un Genio Malvado...

Pero bueno, "todo pasa por alguna razón" sigue sonando en los ecos de mi cabeza, como un lejano y eclipsado mantra.

miércoles, 23 de enero de 2013

Cazadora y Presa

El sueño -más tirando a pesadilla- de esta noche trataba de una especie de juego de pilla-pilla, o come-cocos.

Primero estábamos en un mar, totalmente plateado, parecía un mar de mercurio. Íbamos hacia una isla, donde una amiga (amiga en el sueño, pero en la realidad no sé quién era). El mar en el que estaba ya he soñado con él otras veces, lo que pasa es que normalmente estaba sumergida. Esta vez íbamos en una especie de Ferry.

Nos acercábamos a una costa peligrosa, en la que siempre había olas brutales, por muy tranquilo que estuviese el mar fuera de la costa. Sabíamos que los ferrys se destruirían al llegar a la costa. Juraría que tenía un nombre griego, algo así como "Costa Ícaro".

Teníamos que saltar antes de que el Ferry volcase en la playa, así que íbamos preparados con los típicos chalecos salvavidas naranja butanero. Un amigo estaba a mi lado, y recuerdo que decía, cada vez que nos acercábamos más a la zona de olas, que nos acercábamos al peligro. Lo decía cada dos por tres, y a una le acababa rayando. Dejé la proa y fui a popa. Observé el inmenso mar gris. Esta parte del sueño tan sólo es un recuerdo del viaje de fin de curso en Grecia.

Sentí un meneo fuerte y corrí a proa.

Todos estaban listos para saltar. El ferry tomaba las olas, al principio, bien, como quien surfea. Todos dejamos nuestros puestos y nos preparamos para saltar, en el momento en el que el ferry iba a volcar, pero esperando a que estuviéramos lo suficientemente cerca de la playa como para llegar a tierra firme sin que nos arroyasen las olas.

Saltamos casi prácticamente en tierra. El ferry desembocó a mi izquierda, todos saltamos a la derecha, nadie herido, pero por poco. Del ferry sólo quedaban trocitos de madera y metal. La chica que tenía allí la casa de sus padres empezó a animarnos y a decirnos que nos diéramos prisa. La casa estaba sobre unos pilares que nacían de la zona poco profunda del mar, justo al lado de la playa. El ferry se había llevado unos cuantos pilares por delante, y la casa se iba a caer al agua, pero a nadie parecía importarle.

Al haber menos profundidad de la que pensábamos, algunos caímos dándonos un fuerte golpe contra la tierra.

En el golpe, una parte de nosotros se desprendía. Se supone que esa parte era el lado malvado del alma.

Una doppelgänger  de pelo caoba y chaleco verde (ahora el mío era morado) salió corriendo hacia el bosque. Era un bosque tropical, parecía más bien un canchal.  Casi a la vez que ella, me levanté de la arena, dolorida, a recuperarla.

Varios de mis compañeros también se habían separado en dos mitades. Sus "lados malvados" ahora corrían hacia el bosque, con un ansia de ser liberados como el que más.

Rápidamente grité al grupo que teníamos que recuperarlos antes de que hiciesen daño a nadie, pero mis compañeros habían tenido la misma reacción que yo y habíamos corrido al unísono hacia el bosque frondoso.

Una vez dentro del bosque estábamos en tierra de nadie. La mayoría se dividieron en grupos de 3 a 5 personas. Yo, que no había perdido de vista a mi doble, seguí, sola, sin que nadie pudiera alcanzarme.

De pronto, su pelo caoba se desapareció bajo una cortina de hojas más grandes que mi cabeza.

Crucé la cortina. No estaba. Entonces una sensación de pánico y terror me invadió. La sentí, estaba detrás mía, a dos pasos.

Era la cazadora y me había convertido en presa.

Corrí, bosque a través, sin mirar atrás. Su mente, en cierta manera, era parte de la mía, así que podía sentir como me veía desde detrás, esperando darme caza para poder acabar conmigo y ser, en definitiva, libre.

Estuve corriendo mucho tiempo, pero sentía que sabía donde iba. El bosque creaba un camino propio para mí, para mi libertad, a cada paso que daba. Podría haber corrido con los ojos cerrados, que daba igual, el bosque jugaba a mi favor.

Vi un terraplén con árboles, me subí a uno de ellos sin que mi doppelgänger llegase a verme. Ella cayó rodando por el terraplén, iba tan cegada de ira que ni lo vio.

Tenía tres compañeros abajo, les grité  desde la copa del árbol que la rodeasen, y antes de que se pudiera levantar del suelo, estaba rodeada. Bajé de la copa (tenia copa de palmera y tronco de roble). Cuando bajé del terraplén con cuidado, habían llegado dos compañeros más que también habían perdido sus mitades malvadas del alma (sé que este vocabulario se hace raro, pero es que no sé cómo describir el concepto de otra manera) y ya las habían recuperado.

Ella, aullando en el círculo, me lanzó una mirada de rabia, con ojos de serpiente (ojos los cuales eran como los míos cuando, hace unos años, tuve un problemilla en el iris, por lo que no se abría bien y parecían de color verde [son pardo de natural, ese color marrón claro por dentro y verde grisáceo por fuera] y cuando se abría lo hacía de manera similar a la pupila de un gato)

-Dejadnos, esto es entre nosotras -dije, y mis compañeros abrieron el círculo y se alejaron, pero a la vez cubriendo todos los puntos por donde ella pudiera intentar escaparse.

No sabía cómo hacer para que estuviera de nuevo dentro de mí. Quise preguntar a dos de mis compañeros, que ya habían recuperado sus mitades, pero antes de que me diera tiempo, ella atacó.

Y ahí comenzó la pelea. Ella arañaba, yo daba puñetazos y patadas. Su técnica de pelea estaba guiada por la rabia, y yo era mucho más rápida y certera, aunque me daba pena pegarla (lógico, me estaba pegando a mí misma).

-Parece que el cazador en realidad es la presa -le vacilé. Ella se enfureció más, fue a arañarme. Consecuencia: puñetazo en la nariz. Salía sangre. Esto me iba a doler más.

-LIBÉRAME -chilló ella, con la cabeza hacia atrás, mientras perdía el equilibrio y caía de espaldas.

Me coloqué sobre ella, para que no pudiera volver a levantarse y atacar. La cogí por el cuello de manera que no pudiera morderme.

-Vuelve -eso no fue literalmente lo que dije, creo que en el sueño, a partir de aquí, estaba en un idioma que desconozco. La amenacé llevando el puño izquierdo hacia atrás, como si le fuera a volver a dar otro puñetazo en la cara.

-Libérame -y la permití levantarse. Ahora estábamos frente a frente, exactamente iguales salvo por el color del pelo (caoba-rubio) y de los chalecos (morado-verde militar).

-Tienes que volver -dije, y volvió a atacarme. Ni me inmuté. Sabía que no podía hacer daño. Mi serenidad y autocontrol era pleno desde que ella había salido de mí. Aulló de nuevo, de rabia, de odio. Me miró, con rabia contenida. Y se acercó mucho a mí. Iba a volver.

Sentimientos de terror, pánico y odio comenzaron a invadirme.Sus sentimientos, estaba volviendo.

Antes de desaparecer, me dijo una última cosa:

-Pronto, me liberarás, tú sola -y el sentimiento de terror, desubicación, odio, pánico, entumecimiento, me invadió mientras ella se desvanecía ante mis ojos.

No llegué a ver cómo desparecía del todo, porque el pánico que sentía me despertó antes.

Parece que hay una Mrs. Hyde por aquí deseando salir al mundo. Y me imagino porqué viene este sueño.


martes, 22 de enero de 2013

Cumpliendo los propósitos de 2013: Enero

Perder peso:
Vale, sí, es el propósito que una se pone todos los años. La verdad es que he empezado fuerte. Lo normal en vacaciones de Navidad es coger peso, pero a mí me ha pasado al contrario. Quizás ha sido por el tiempo libre, o quizás el sólo comer pescado y té con verbena cuando estuvimos en Marruecos, o quizás el hecho de no tener novio, que le fuerza a una y le da tiempo a arreglarse más. El caso es, que en lo que va de año, he bajado de los 65kg a los 62kg (aproximadamente, unos días me peso y peso casi 63 y otros días peso 60 con algo kilos) Cabe destacar que este verano, cuando acabé el bachillerato, pesaba casi 68kg (lo más que he llegado a pesar han sido 73kg a los 13 años), así que todo esto es mérito para mí, aunque ya sé que la mayoría de la gente de mi altura pesa menos de 60kg, pero bueno, poco a poco.

Si alguien tiene el mismo propósito para este año, le recomiendo que se haga batidos. A mí lo que más me cuesta dentro de una dieta es el comer fruta, pero en Marruecos cogí la costumbre de triturar toda la fruta con una pizca de leche. Además, si se toma como batido, sacia mucho más (o al menos esa es mi impresión)

Bueno, la verdad es que no estoy a dieta, sólo estoy evitando tomar queso, chocolate y pan en exceso. Además, como casi siempre como en la Uni, me tengo que preparar las comidas, y así voy aprendiendo a cocinar y a comer sano por mi cuenta.

PROPÓSITO PARA FEBRERO: A partir del mes que viene, me propondré no tomar nada de pan (obviamente, tomo cereales para desayunar y esas cosas) y probaré a tomar spirulina antes de cada comida, a ver si esta alga es tan maravillosa como dicen.

Aprobar todo:
Salvo biofísica (que no sé mi nota pero no creo que haya aprobado), hasta ahora, todo aprobado. Me queda por saber la nota de química orgánica, pero no creo que haya suspendido. Las prácticas todas aprobadas de un 7 para arriba. Me queda por hacer un examen de prácticas y entregar un cuaderno de histología, pero vamos, yo creo que este primer semestre ha salido bastante bien para lo que la gente te dice que va a ser la universidad.

PROPÓSITO PARA FEBRERO: leer las prácticas antes de ir a estas. Sólo lo he hecho 1 vez en todo lo que llevamos de curso.

No comprarme ropa:
El truco está en no llevar dinero suficiente nunca. Lo llevo bien, ya que no me llevo dinero, puedo resistir la tentación, pues la otra opción sería robar la ropa, y eso, obviamente, no lo hago. De todas maneras, sigo yendo de compras. Probar es gratis.

PROPÓSITO PARA FEBRERO: no comprar maquillaje. Tengo demasiado y lo uso muy poco, y no sé por qué, me pierde comprarlo.

Leerme todos los libros estudiados en 2º bachillerato:
La cosa está en marcha. Sólo me he leído (por ahora) Crónica de una muerte anunciada, de Gabriel García Márquez, y ni me lo he acabado (se hace pesado, ¿vale?) Pero bueno, me quedan 11 meses de lectura.

PROPÓSITO PARA FEBRERO: leer El Aleph, de Jorge Luis Borges, y Cien años de soledad, más bien releerlo, de Gabriel García Márquez, también. Sí, he empezado por la literatura hispanoamericana, que se hace más entretenida que ciertos autores y no la conozco tanto como las obras de las generaciones del 27 y 98 (es que en 4ºESO nos inflaron con el 27 y el 98)

Leer un libro (como mínimo) cada 2 semanas:
A parte de los de antes, estoy leyendo La sombra del viento, de Carlos Ruiz Zafón, y en inglés, el original, Fifty shades of Grey, de E.L. James. He cogido un libro de Ruiz Zafón porque ya tengo demasiado Laura Gallego, Neil Gaiman, Terry Pratchett y Ray Bradbury en la cabeza, necesito un nuevo estilo. Además, tenía el libro ya por casa (mi hermano devora los libros de este autor). El de 50 shades lo elegí porque: 1º-todo el mundo hablaba de él y tenía que meterme en el círculo de conversación, 2º-nunca he leído una novela erótica y tenía mucha curiosidad por ver cómo eran, además supuse que me lo leería rápido debido a la trama de folletín; y 3º- pensé que si lo leía todo el mundo, es que su lectura muy complicada no era (seamos sinceros, la mayoría de los bestsellers están escritos con, digamos finamente, poca calidad literaria) así que lo podría leer en inglés sin problemas y así coger vocabulario útil. Y tan útil... estoy aprendiendo palabras que no conocía ni en español.

PROPÓSITO PARA FEBRERO: acabar estos libros y leer sus correspondientes segundas partes.

Conseguir un trabajo de tiempo libre:
La cosa no va mal, si tuviera turno de mañana, iría muchísimo mejor. Estoy dando clases de science e inglés a dos niños y a mi padre clases de inglés. Iba a tener otra pupila, pero debido a mi mierda de horario de 10 horas de uni y caca de turno de tarde, me ha sido imposible. Bueno, cobro 6€/h con un descuento cada ciertas horas, y por ahora, que llevo desde el día 7 de Enero dando clases, ya me he ganado 105€, que no es mucho, pero es más de lo que he tenido nunca. Claro que no puedo acceder a ese dinero porque estoy pagando todavía el mini portátil que me compraron mis padres para la uni.

PROPÓSITO PARA FEBRERO: me gustaría encontrar un alumno/a para dar clases de química y ciencias en general, que es lo que más me gusta. A este paso se me sale el inglés por los oídos. Pero con el horario que tengo... ufff, no sé yo.

Verme, como mínimo, una película a la semana:
Este es el que peor llevo. No sé que ver y no he conseguido tener la paciencia de quedarme quieta frente a un ordenador o televisión tanto tiempo.

PROPÓSITO PARA FEBRERO: ¡cumplir el propósito! SE ACEPTAN SUGERENCIAS, no sé qué pelis ver (por favor, sugerencias buenas, no birrias que hagan que me duerma)

No cambiarme el color de pelo:
Éste es, sin duda, el que más me cuesta. Me he cortado el pelo y lo estoy intentando dejar crecer con su color rubizo normal, pero tengo mucho mono de tinte, y empiezo a ver raíces donde es imposible que las haya porque no me echo nada desde septiembre o así.

PROPÓSITO PARA FEBRERO: seguir así

sábado, 12 de enero de 2013

#1 Otro lugar, otras personas

La misma situación. El mayor error de mi vida (de mi, hasta ahora, corta vida), la situación de aquél momento que cambio mi manera de ver el mundo tan radicalmente, volvió en los sueños de esta noche.
No quiero hablar de que hecho fue el que sucedió, porque todavía, y por siempre, me avergonzaré-arrepentiré de lo que elegí. Sólo diré una cosa: tomé el camino más fácil y seguro.
En el sueño de hoy volvía a suceder, con otras personas, en otro lugar, pero era la misma situación. Salvo por una excepción: esta vez, en el sueño, decía "NO" y conseguía  tomar la elección correcta, consolándome a mí misma de que aunque fuera el camino difícil, el riesgo y la ventura de la vergüenza, era el camino correcto acorde a mis ideales.
Si volviese al pasado, sinceramente, no creo que fuera tan fuerte como en el sueño como para cambiar el rumbo de las cosas y tomar la elección correcta. Vergüenza sobre mí, para siempre, y sobre mis ideales, ahora más debilitados que nunca.
Una cree que nadie puede conocerla mejor que ella misma, y estoy demostrando que así es, pero ahora más que nunca, no sé quién soy. Nadie lo sabe.

martes, 8 de enero de 2013

Desmembrada

Primero empieza por las manos, pesan taaaanto. 
Los dedos deciden moverse a cámara lenta y con voluntad propia.
La sensación crece desde las yemas de los dedos, adormeciendo las palmas, estirando los codos, dejando caer los hombros, hasta que alcanza el plomizo cuello casi incapaz de sostener la cabeza; y entonces, acto seguido, los párpados caen.
Todo el cuerpo cae.
Lo último en caer son las rodillas, así que tengo tiempo de meterme en la cama antes de caer rendida bajo el efecto de la medicación.
Y a la mañana siguiente, tras una hora después de despertar, mis extremidades vuelven a acatar quién es su dueña y responden, aunque a veces, siguen moviéndose bajo la voluntad del azar, o  no moviéndose bajo la voluntad del sueño muscular.

lunes, 7 de enero de 2013

Cámara subacuática (II)

Y en la oscuridad, cuando ya no podía casi ni respirar, una corriente muy fuerte la arrastró hasta chocar fuertemente con una verja de metal, dándola un fuerte golpe en la cabeza.

Aire. Por fin. La cámara se llenó de aire y la presión disminuyó, pero aún así le dolían los oídos, pues estaba sumergida, al fin y al cabo. Entonces se abrió una compuerta delante, y poco a poco los ojos se fueron acostumbrando a la tenue luz que había en la cámara subacuática.

Frente a ella había un pasillo, como una tubería alargada, con armarios metálicos a los lados. No era un pasillo muy alto, pero ella tampoco era alta, por lo que al principio iba agachada, luego se estiró. Casi rozaba el claustrofóbico techo.

Sonaban recuerdos de la infancia, voces de antepasados que nunca llegó a conocer, pero sabía quienes eran, y también comenzaba a saber quién era ella.

Primera sala: vestidos. Vestidos a todos los lados, de otras épocas. Vestidos de plumas, con los que podría haberse lanzado desde el Sol y volar como un pájaro.

Sintió que algo pasaba a su lado. Un espectro en holograma, de lo que en su día pudo haber sido su madre. Las voces de sus antepasados seguían sonando en unos megáfonos oxidados, un eco al final de la galería subacuática.

Segunda sala: VHS, grabados en cintas, de lo que había sido su vida. Y vidas de sus antepasados.

Tercera sala: víveres. Había bebidas isotónicas dentro de matraces aforados de 500mL, la mayoría tenían un color amarillento oscuro, como el zumo de manzana, y sabían a vino.

Cuarta sala: sólo pasillo, que yo recuerde.

El megáfono se encontraba tras la última puerta. La abrió lentamente. Era de madera, y cuadrada, era la única parte de la galería subacuática que no era como una tubería, daba a una  sala de muebles antiguos y humedad. Él estaba sentado en el sillón, cansado, con un matraz sobre la mesa y una copa en la mano, mirando una televisión en pantalla gris, esperando que las respuestas saliesen de la pantalla.

-¿Qué vamos a hacer? -dijo ella. No sentía pena, pero le lloraba el ojo derecho.

-Ya se nos ocurrirá algo -contestó él sin dejar de mirar la pantalla gris.

Ella se acercó, se tumbó en el sillón, y comenzó a mirar la pantalla gris, esperando que se les ocurriese algo.