viernes, 31 de agosto de 2012

Crocodirlos!

Había un sueño que estaba escribiendo en una de las entradas antes de irme de vacaciones, pero era muuuuuy largo y lo dejé a medias. Ahora tengo demasiés bujeros como para escribirlo entero, pero hay algo que recuerdo con claridad...

Nos metieron en una máquina con sueros para eliminar nuestros miedos, luego para saciar (o dar más bien la sensación de saciado) nuestros más "controvertidos" deseos.

Íbamos de uno en uno, éramos un equipo de 6 (4 mujeres, 2 hombres; mejor dicho, 1 adolescente, 2 post-adolescentes, 1 mujer, 1 adolescente "macho" y 1 hombre), y mientras uno estaba en la máquina, el resto debíamos controlar que el objetivo fuera cumplido.

Satisfacer deseos y vencer miedos.

Nos querían hacer invencibles, sin nada que poder ganar y nada que poder perder, o séase, sin sentimientos.
No recuerdo de qué era el sueño, pero seguro que un fin bélico teníamos.

De lo que hicimos mientras veíamos los deseos/miedos más profundos de otros, prefiero no comentarlo.
En los deseos descubrimos que todos somos mucho más parecidos de lo que creemos, y la verdad es que la mayoría de ellos eran puramente pasión-sexo. Me llamó la atención que en ninguno de los deseos había una ambición "material", todos implicaban cosas, por así decirlo, perdurables estáticamente en el tiempo.
Los miedos seguían a los deseos, pero yo no fui capaz de mirar los miedos de otros, eran duros, y crueles, pero sí continúe atendiéndoles y manteniéndoles la vida mientras eliminaban sus sentimientos.

Yo fui la penúltima. En cuanto me metieron a la máquina supe que era un sueño. Se supone que era la parte de mis deseos, pero parecían más mis miedos.

De repente la sala blanca luminiscente en la que estábamos desapareció y debajo mía había un foso de cocodrilos.

Y entonces pensé "¿Y si lo que yo veo es diferente a lo que ellos ven de mí?" Porque veíamos sus deseos, no sus sueños. Una voz, de fuera de ése sueño (son sueños matrioska, se meten unos dentro de otros) me habló en un idioma que no conozco, pero que tenía muchos el sonido "tch" o "tz", para decirme que me calmase.

Caía en picado a los cocodrilos, y la caída se hizo eterna mientras me concentraba para que los cocodrilos desaparecieran. Al fin pude controlarlo y caminé sobre los cocodrilos, y allí donde pisaba se formaba un puente colgante.

El más viejo de mis compañeros apareció en el sueño y me tendió la mano. Su voz sonaba desde fuera del sueño. Él estaba completamente desnudo, pero yo ya no sentía ninguna vergüenza por ello. Yo también lo estaba pero ya me daba igual.

El miedo, la caída, los cocodrilos, habían sido superados. Tendría que explicar más cosas del sueño para que lo de los cocos tuviera algo de sentido, pero no me veo capacitada para explicarlo con los agujeros memoriales que tengo, pero bueno, para mí tiene sentido.

"Es el momento de saciar deseos, cumplir venganza"

Mi deseo más profundo resultó ser que quería destruir a quienes nos hicieron aquéllo. Pero al final del sueño dentro del sueño no les destruía, porque cuando los sueros dejasen de hacer efecto quería seguir teniendo sentimientos, quería seguir odiando, pues en aquél momento era el único sentimiento que me mantenía humana.

Y es que el odio, el rencor, es lo más humano que existe. La gente  dirá que  es el amor y todas esas cosas bonitas y humanistas que nos quieren vender, pero no, es mentira.
El amor es sobrehumano, y al fin y al cabo por eso nos es tan necesario, porque es algo que no tenemos pero estamos llamados a conseguir, inconscientemente.

Al fin y al cabo, el uno nace del otro y el otro nace del uno.
Y pues eso, que el odio no es malo si nos hace recordar quién somos. Todo el mundo necesita algo/alguien que odiar (como la TV :D, por ejemplo )

Pero bueno, conclusiones filosóficas fuera. Eso creo que no es lo que realmente creo, solo que ahora tengo sueño y desvarío mucho.Askjd.

En fin, lo flipé un poco bastante en la parte de los cocos, ¿eh?

Amsterdam (o Babilonia) y Rotterdam (la ciudad más futurista que he visto)

Tras Berlín nos marchamos a Amsterdam, llegando allí por la noche y con la separación del grupo ya prevista: chicas a Rotterdam, que es barata; chicos en Amsterdam, que lo hijos únicos se lo podían permitir (siempre tendré esta pullita...)

Pues eso, la primera impresión nada más bajar de Amsterdam fue "Oh, no es tan desastrosa como decían ¡Es preciosa!"

Llegamos de noche y sólo estuvimos de noche ¿Qué podíamos ver? Sólo el Barrio Rojo, no había nada más "abierto" Y bueno, fue meterse ahí y olvidar la belleza del lugar.

Y así fue como entre bicis que casi nos atropellan, deambulamos como pudimos por el sitio del pecado con los mochilotes al hombro, íbamos tan colocados con el simple marígeno (porque oxígeno os aseguro que no era) que se respiraba en el ambiente que ni siquiera nos dolía la espalda, y no, queridos lectores [que he visto que ha subido el nº notablemente... y todos son de países rarrros. Why?], esto no es ni una exageración ni una hipérbole ni nada, es la pura realidad, que el humo del aire nos mantuvo anestesiados, excepto a Javi, claro, que tenía un "esguince"

Un chaval fumado me invitó a maría y me contó su vida, creo que quería ligar conmigo, pero ni siquiera me preguntó mi nombre. Luego se acercaron los chicos del grupo y le ahuyentaron. No sé a qué coño viene esa actitud tan "fuera de mis tierras" que tenían con toda persona que intentaba entablar amistad con  nosotras, además, que tampoco es que yo estuviera "en peligro" o algo del estilo.

En fin, sin hacer nuevos amigos gracias a mis amigos, nos fuimos a ver putas. Queríamos preguntar que si ofrecían también sexo lésbico [PURA CURIOSIDAD], ya que me pareció muy raro que sólo guiñasen los ojos y pusiesen morritos a los hombres... Bueno, pues al final resultó que me dio corte entrar a un prostíbulo, así que nos fuimos a la plaza Dam o algo así.

Allí estuvimos un rato cantando, medio dormidos, excepto Javi, que se estuvo quejando de su "esguince", ya que se había gastado toda su agua y ya no tenía con que tragarse la pastilla. Menos mal que para eso estuvimos las mujeres, que reservamos un trago lo suficientemente grande para tomar una medicación, en caso de ser necesario, ya que en estos viajes nunca se sabe cuándo vas a necesitar el qué.

Pues eso, le dimos un metamizol magnésico (aka nolotil-marca-blanca) para ver si se dormía y se callaba, o si le daba colocón "to' guapo" por la mezcla del medicamento con la maría, pero nada, siguió quejándose toda la noche.

Luego fuimos a un McDonalds a pasar parte de la noche. Amsterdam es una ciudad un poco cutre, bueno, Holanda entera lo es, todo abre a las 10am y cierra a las 6pm, y bares de 10pm a 3am. ¿Sólo 8 ó 5 horas de trabajo? En fin, y luego nos llaman vagos a nosotros (porque de hecho, cuando estábamos sentados esperando a que abrieran la estación, unos chicos un algo xenófobos nos soltaron algo del estilo por ser españoles. Ah, y unos negros rastafaris de los que claman paz y amor al estilo Bob Marley nos lanzaron bolsas de basura. Viva la hipocresía.)

Por cierto, en toda Holanda no vi ni un rubio de esos platino que yo pensaba que eran los holandeses...

Pero también hay holandeses majos, los conocimos Bety y yo en el Starbucks. Pero no eran de Amsterdam... es que parece ser que toda la escoria mala gente de Holanda se acumula en Amsterdam... Bueno, son lo siguiente a mala gente, ni aunque vean que te está dando un chungo en la calle te ayudan (es verídico, Bety se puso mala mala y nadie la dejó pasar a un baño, ni aunque le pagásemos)

Sin porros ni putas, Amsterdam se hunde.

Si hubiera ido con las chicas solamente seguro que nos habríamos ido de fiesta y pasado teta, pero en fin, se hizo lo que se pudo.


Y al fin las chicas nos fuimos a Rotterdam, esperando encontrar un pueblecito y dándonos de bruces con la ciudad más moderna y futurista jamás vista.

En ésta ciudad pasamos días felices, la mayoría de la gente era hispanoparlante (emigrantes), así que era en cierto modo como estar en casa, y la gente, de maja, ni punto de comparación con Amsterdam.

Fuimos a festivales, de compras, a la playa, a montar en bici, a ligar  (o más bien ser ligadas) en algún restaurante, y a cruzarnos con gente por la calle que nos decía "Dios te ama" , o bien "Que Dios te bendiga".

Majos,¡ requetemajos!  Y NO TUVIMOS QUE PAGAR POR IR A NINGÚN BAÑO.

Pues eso, tanto yo como mi hermana esperamos volver a Rotterdam (ella había ido unos meses antes que yo). Ella quiere quedarse allí a trabajar, yo por ahora a eso no llego...


Para saber con detenimiento qué hicimos las chicas


DÍA 19

DÍA 20

DÍA 21

DÍA 22

DÍA 23








DÍA 23

lunes, 13 de agosto de 2012

Berlín, ciudad fiestera

Y de Praga pasamos a Berlín.

Berlín me decepcionó mucho, excepto museos, no tiene nada turístico que ver. Lo único antiguo que se mantiene en pie es la Puerta de Brandenburgo y restos del Muro. Eso sí, en los museos tiene un montón de puertas, altares, y etc... de otras civilizaciones -.-

Cabe destacar que el pase para la isla de los museos (7€ para estudiantes) a mí me salió GRATIS por ser menor de edad :D

A parte de esto, en Berlín nos alojamos en el peor hostal de todos, uno llamado "Amadeus". Había bichos dentro de las almohadas, no limpiaban los cuartos, ¡y todo el mundo estaba de fiesta en nuestra habitación!

La primera noche que llegamos, Bety y yo nos unimos a la fiesta de despedida de unos franceses, porque pensamos que no debíamos arruinársela al ser su última noche. Por otro lado, los chicos y Eri tuvieron que aguantar  a unos vikingos (literalmente, un grupo de nórdicos de piel roja por el sol y pelo blanco, que tenían carita de bebé pero medían como 2 m y estaban supertatuadísimos)

La segunda noche vinieron unos euskeras y unas mallorquinas al cuarto, con los que nos llevamos más o menos bien, excepto nuestros chicos, que ya he contado lo antisociales que son.

La tercera y última noche estuvimos bebiendo con los euskeras, las mallorquinas, una polaca, dos finlandesas, una australiana y no sé si había alguien más...

Nuestros chicos pidieron cambiarse de cuarto para dormir... en fin.

No salimos de fiesta por ahí, pero dicen que es lo que mayoritariamente tiene Berlín... pero es que a mí el salir de fiesta sin Marina o Vicky no me parece salir de fiesta... y ellas no estaban allí, claro.


En fin, pero que Berlín, por tener, no tiene nada excepto museos -.-

Para saber qué museos vimos exactamente, cómo de curioso fue el viaje en tren, y demases cosas que pasaran:

DÍA 16 -EL VIAJE

DÍA 17- NAZIS, COMUNISTAS Y JUDÍOS

DÍA 18- DÍA DE LOS MUSEOS


domingo, 12 de agosto de 2012

Vergüenza ajena y Rakjias...

Aquí os dejo con unos de los vídeos más divertidos del InterRail. Merecen la pena solo por ver las expresiones faciales de Eri y Bety (esta última especialmente cuando bebe Rakjia, porque en el otro no sale)



Los vídeos han sido subidos desde mi cuenta, pero cuando sea capaz de hacer el remix de todos los vídeos del InterRail (que tengo problemas porque no me deja pasarlos al formato película el maldito MovieMaker... así que tendré que cambiarles el formato y rehacerlos, o algo así :(... ) serán subidos con la cuenta común (que aún no tiene vídeos porque queremos subirlos en orden) creada para el InterRail y directamente conectada con el otro blog.

sábado, 11 de agosto de 2012

Praga, ciudad de leyendas...

¿Qué decir de Praga?

Después de  Zagreb, fue la ciudad que más me gustó.

Es una ciudad medieval, no tan barata como cree la mayoría de la gente, con mucho encanto, bohemia (en todos los sentidos, ya que está en la región de Bohemia), con un aire místico, y una brisa de misterio... Tan pronto diluvia como abrasa.

El albergue donde nos alojamos fue sin duda el mejor de todos.

Praga fue la ciudad en la cuál se marcó rotundamente nuestra división grupal, el primer día allí Bety estalló y nos fuimos Bety y yo por un lado; Mariano, Vik y Javi por otro, dejando a Eri sola en el albergue (nosotras intentamos sacarla de allí, pero estaba demasiado depre tras la discusión)

Discutiríamos muchas más veces durante la estancia en Praga...

Gracias al dividirnos, pudimos conocer a mucha gente, eso sí, de hecho el primer día ligamos mazo, pero eran muy feos y nos fuimos a dormir.
 La verdad es que yo agradecía la separación, puesto que con Bety me entendía mejor que con nadie a la hora de hacer actividades, ya que pensamos de un modo más parecido entre nosotras que en el resto del grupo (pensamos en gastar lo mínimo, básicamente)

Al menos tras soltar lo gordo todo mejoró... hasta que salió el tema de dónde dormir en Amsterdam. Ya hablaré de ello más adelante, en su entrada correspondiente.




En Praga hicimos de todo. Y eso de que "es chiquitita, se ve en 2 días" es MENTIRA. Sí, chiquitita es, y se puede hacer todo andando, pero hay miles de cosas por hacer: ir al planetario y observar las estrellas por los telescopios gigante, visitar grutas mágicas, perderte por las montañas, buscar símbolos iluminati, guías gratis, leyendas judías, visitar cementerios (merecen la pena), ir de compras buscando cosas rockeras (hay muchas tiendas de estilo oscurillo :D), cruzarse el río, visitar la casa de Kafka, visitar muchas cosas nazis, comunistas y etc...

No voy a describir todo lo que hicimos porque sería eterna. Solo digo que en Praga muchas cosas merecen la pena, pero precisamente la CERVEZA es una mierda, lo siento, pero ¡es VERDAD!

Para ver con detenimiento todo lo que yo no os he contado...

DÍA 12

DÍA 13

DÍA 14

DÍA 15

Viena, ciudad de los hoteles caros


Bueno, tras Budapest fuimos a Viena... Al contrario que en Budapest, donde la gente suplica porque vayas a su albergue, aquí no conseguimos encontrar sitio donde dormir.



Hicimos una noche de empalme y dormimos en la parte de fuera de la estación de trenes. Luego abrieron la estación y entramos dentro y nos quedamos dormidos, y los guardias nos despertaban cada vez que esto pasaba. Lo veo bastante estúpido, eso de que estés en una estación de tren esperando tu tren y el guardia venga y te despierte...


En fin, que los austriacos en general nos cayeron gordo. 

Viena es bonita, la vimos de día y un poco la noche anterior, pero entre el sueño y etc, no pudimos apreciarla bien.

Menos mal que había hamacas en el parque, gracias a las cuales nos permitimos echar una pequeña siesta.

Yo casi muero congelada, ha sido la ciudad más fría en la que hemos estado.




Y tras esto, pusimos rumbo a Praga. No echaríamos Viena de menos.

Por si a alguien le interesa saber con más detalle qué pasó...


viernes, 10 de agosto de 2012

Budapest, es como Madrid, pero un poco más bonito.


La impresión que causó Budapest fue ésa. Me esperaba una ciudad más pobre, ya que todo el mundo dice que es muy bonita y barata, y normalmente si es barata es que es más pobre (que no siempre), pero lo cierto es que no es tan barata como me la habían descrito... será que con el tiempo las cosas han cambiado.


Llegamos en un tren nocturno, que se quedó parado en no sé qué país como 3 horas porque un inglés perdió el pasaporte.

Las chicas hicimos turnos para dormir, los chicos se durmieron sin más.

Algo que me sentó muy mal es que estábamos Bety y yo dormidas y Eri haciendo guardia, cuando los chicos vinieron a nuestra cabina. Eri, por lo que nos contó, les hizo gesto de que no armasen bulla. ¿Qué hicieron ellos? Abrir de golpe gritando. Bety y yo nos cabreamos muchísimo, de hecho ellos se pusieron peor en el aeropuerto en el aeropuerto en Bruselas... tengo un vídeo que lo demuestra. Pero de eso ya hablaremos cuando narre los últimos días.

Luego cuando unas amigas turcas nos enseñaron cómo se podían abrir los sillones para formar camas, decidimos no decírselo a los chicos por habernos tocado las narices.

Nada más salir del  tren nos dispusimos a hacer un cambio de moneda... y entonces fue cuando se dieron cuenta los chicos de que les habían robado todo el efectivo. SE LO ADVERTIMOS, QUE HICIERAN GUARDIAS, y se rieron de nosotras... Además, hubieran abierto los sillones a camas, no les hubieran robado (no se puede pasar a la cabina si el sillón está abierto), por lo que el karma se vengó: ellos nos despertaron de golpe y malas maneras, nosotras por ello no les dijimos como abrir los sillones, y por eso les robaron.

No es que me alegre de que les pasara eso, al contrario, pero se lo merecían. Además llevaban ya tocando los cojones durante todo el viaje, a mí no me dejaron dormir casi ninguna vez bien. O se ponían a hablar, o encendían la luz, o me metían el dedo en el oído... ¡¡Y luego se quejaban de los que montaban fiesta en Berlín!!

Y yo cuando no duermo, estoy de mal humor. Pero por lo menos procuro disimularlo, no como hicieron ellos, que lo pagaron con nosotras.

Cuando sales del tren en la estación de Budapest Central, decenas de personas te acribillan a ofertas de albergues. Si vas, regatea. Nosotros conseguimos uno por 6 €/noche cada uno. Era un zulo sin aire acondicionado y apenas agua caliente, pero os aseguro que no era tan malo, yo he estado en campamentos con menos instalaciones. Sin embargo, los chicos tuvieron que dar por culo, cómo no.

Por suerte, en Budapest tenía unos amigos del Comenius, unos húngaros que conocimos en Irlanda.

El único problema fue que no eran de la ciudad y se perdieron. y cuando se encontraron, como no, los chicos volvieron a dar por culo. Llevaban todo el viaje metiendo el turbo y andando súper-rápido para dejarnos atrás a las chicas, ahora andaban súper-lento, para fastidiarme, digan lo que digan.

Por su culpa no pudimos ver Budapest entera. No sólo no fueron a un ritmo normal, sino que nos hicieron pararnos y joder la visita. No, no podían aguantar el hambre una hora y media más, noooo.


Sinceramente, me cabree en Budapest, y mucho.  La gente del Comenius no es gente que vaya a poder volver a ver muy amenudo, pero aún así, mis amigos (cabe resaltar que está en masculino, que con las chicas no tuvimos problemas), o al menos yo eso les creía hasta hacer el interrail y saber cómo de inmaduros y de egoístas son realmente, me hicieron perder la oportunidad de pasar tiempo con ellos, y no sé si quiera si les volveré a ver.



Pues bueno, a parte de eso, Budapest es muy muy muy bonita. Bety y yo vimos algunos espectáculos con fuego, y cómo se grababa una la nueva peli de Bruce Willis, Jungla de Cristal 5 (le vimos de lejos y todo, ¡qué ilu! Y a Thor en la fachada de la Basílica de San Esteban (fijaos lo más a la izquierda de la foto de abajo del todo)

Y nada, recomiendo ir a Budapest, es preciosa, pero no vayáis con la mentalidad de que es barata, porque no lo es tanto como dicen. Eso sí, los vestidos preciosos y baratísimos, pero yendo de interrailera... imposible comprarlos, no caben en la maleta :(




Si queréis ver qué hicimos detalladamente :




martes, 7 de agosto de 2012

La ciudad que parecía que se nos iba a caer encima, Belgrado.

Vale, Belgrado, capital de Serbia, no es una ciudad que parezca muy bonita de entrada. Lo primero que vimos nada más bajar del tren (que nos costó saber donde teníamos que bajar, porque todo estaba en cirílico y no sabíamos leer ese alfabeto) era una ciudad fea, sucia... ruinas, pero no como las ruinas antiguas, que son bonitas, sino ruinas de la Segunda Guerra Mundial, ruinas contemporáneas, vamos.

Llegamos en Domingo o Sábado, y el caso es que estaba todo cerrado, así que no podíamos pedir información en la taquilla porque estaba cerrada, ¡meca-chis! Pero por lo menos pudimos hacer el cambio de moneda (cabe destacar que pudimos cambiar de euros a dinares serbios, pero en ningún otro país conseguimos hacer la inversa, así que si vais a Serbia, cambiad vuestros dinares a euros antes de salir del país) y nos dieron varias tarjetitas con direcciones de hosteles.

Los hosteles estaban en pisos particulares, esto era la primera vez que lo veía, pues siempre he viajado a lugares donde el edificio entero era el hostal; pero es algo que se repitió mucho durante el viaje, especialmente en Viena, donde un piso puede ser un hotel de 4 estrellas.

Llegamos a un hostal en el que el ordenador escribía en modo pokero automáticamente... a lo mejor era un autocorrector que hacía el equivalente del alfabeto latino al cirílico, quién sabe. Compartimos habitación con una japonesa y una china, también había un francés, un par de inglesas y unos noruegos con nosotros en el apartamento.

Me quedé emparedada en el ascensor del edificio, pero bueno, a parte de eso, todo bien.

Junto con ellos fuimos a un tour gratis que organizaban unos estudiantes de la ciudad.

Una vez dentro del tour, te das cuenta de que  Belgrado no es tan fea... solo que la parte donde estaba la estación es la parte fea de la ciudad. Es una ciudad pobre, pero tiene su encanto. Y los edificios en general son feos porque han sido reconstruidos por los comunistas, a los que prima no la belleza del edificio, sino la eficiencia. Pero el casco histórico es bastante bonito.

A mí me recordó a París, que es bien feo, excepto la parte turística, claro. Pues eso, igual que París, Belgrado tenía su parte preciosísima, sus calles bohemias... e igual que París tenía sus partes sucias y feas. Eso sí, no tenía tantos pordioseros como París...

La calle bohemia era genial, la gente paseaba disfrazada de época, y había chicos muy guapos. La gente del lugar no sabía inglés, pero muchos sabían italiano o francés, y con eso nos apañamos. Y la gente magísima, amable, servicial... les decías que eras española y te trataban genial... no como en Roma ¬¬.

Recuerdo un momento en el que estábamos cansadísimas y nos sentamos en el suelo y un chico (muy guapo, cabe destacar) nos sacó unas sillas para que nos sentáramos... ¡¡PERO QUÉ MAJO QUE ERA!!





Pues eso, una ciudad con mucho encanto, sorbetodo tras beber Rakjia o como se escriba (bebida alcohólica típica de la zona)

Si queréis saber qué hicimos en Belgrado con más detenimiento, clickad en:



domingo, 5 de agosto de 2012

Zagreb, capital de Croacia, la ciudad más preciosa que he visto.

Tras atravesar los Alpes y llegar a Villach (un pueblecito de Austria) tomamos el tren rumbo a Zagreb. Croacia era un país totalmente desconocido para mí, probablemente muchos de los que lean esto ni si quiera sepan de su existencia... Para mí era solo un nombre más en la lista de países de Europa que tenía que aprenderme en el cole, luego fue el país famoso por los cruceros y sus playas... y ahora es un país al que tengo que volver.
En definitiva, mi ciudad favorita de todo el viaje, fue Zagreb.

El viaje en tren impresionante, me sentía como en una película. Viajábamos en un tren de letras cirílicas rumbo a Serbia, el mismo tren que unos días después tomaríamos para ir a Belgrado. Era como ir en el tren de Anastasia (sí, la de la peli de dibujos animados).

Lo que se veía por la ventanilla era poco más que una mancha verde, pero bello en sí. Y la ventana se podía bajar hasta la mitad, cabe destacar que esto no lo pudimos hacer en el resto de trenes.

 No se puede expresar con palabras la sensación de atravesar 3 países en el primer tren (fue una pena no bajar en Eslovenia, ¡yo quería verla!)

Y nada más bajar en Zagreb nos dispusimos a buscar el apartamento. Estábamos mirando el mapa cuando un hombre superhipermegaultraamable se nos acercó hablando en inglés por si necesitábamos ayuda, y efectivamente, nos ayudó a llegar al apartamento, que en realidad estaba justo al lado de la estación)

No tardaríamos mucho en percatarnos que no era ese hombre en particular, sino que debe ser algo en la cultura croata, pero todo el mundo es tan bien educado y tan amable. Y las personas son tan bellas por fuera como por dentro... y esto se le puede aplicar también a las ciudades

Zagreb no es una ciudad que reciba a muchos turistas, ya que, como he dicho antes, de Croacia lo famoso son las playas, y la capital pilla algo lejos del mar.

Los días en esta preciosa ciudad se nos pasaron volando. Algunos queríamos quedarnos más, pero otros se empeñaron en seguir el plan al pie de la letra.


Vimos varios museos, la ciudad entera con una guía escrita gratis que nos dieron en la estación, los bailes populares, el jardín botánico, las leyendas y gárgolas del lugar, los motivos religiosos, y alguna que otra fiesta por la calle... y nos quedamos con las ganas de pasarnos por el zoo.
Todos los museos costaban como 2€. Es la ciudad más barata en la que he estado.
Y solo hay un McDonalds, y está alejado del centro. Es una ciudad incorrupta, además de que es muy católica, es chocante bajar una calle y encontrate que bajo el puente hay una  capilla. También hay muchas iglesias ortodoxas, parece que ambas ramas de religiones están en armonía en esa zona... fue la primera ciudad del interrail en la que vimos un SanJorge... luego nos hartamos, sobretodo por Europa del este (es lógico, ¿no?)

En definitiva, es un "pueblecito" grande, muy grande, con mucho encanto, que realmente merece la pena visitar.

Si a alguien le interesa saber con detenimiento qué vimos cada día, que haga click sobre:


viernes, 3 de agosto de 2012

Primera parada: Roma, Italia.

Bueno, voy a hacer entrada por entrada cada uno de los países que hemos visitado (más que países, ciudades) durante este InterRail.

Recuerdo aquella gran noche en la que ganamos a los italianos en la Eurocopa por una gran paliza: 4-0.
Era la noche previa al InterRail, estaba nerviosísima. Por suerte, ver el fútbol con los compis y la euforia del momento me relajó un poco, y tras varios días de miedos y maldormir, pude descansar en paz... 6 horas.

No fui capaz de comer nada sólido desde el desayuno de ese mismo día hasta que aterrizamos en Roma, todo por culpa de los nervios. Casi vomito en el avión durante el despegue.

La verdad es que el vuelo fue el peor de mi vida, no me suelo marear, pero este lo llevé bastante mal... supongo que fue un mareo de esos de por no comer. Siempre que vuelo me da una sensación de que se me aplasta más el cuerpo, en especial la cabeza... pues bueno, en esta situación, la sensación fue a mayor.

Como fuera, sobreviví, ni vomité (aunque estuve a punto) ni nada.

¿Primera impresión de Roma? Que odiaban a los Españoles... por eso de haberles quitado la Eurocopa de las manos y tal.

Roma no es muy diferente a Madrid, en infraestructuras, al menos.

Salimos del aeropuerto y fuimos en un bus hasta Termini, y de allí nos dimos un paseo hasta llegar al Trastévere, la zona "bohemia de Roma".

Pues lo dicho, no nos trataron especialmente bien, los italianos son más bien prepotentes y maleducados. La ciudad, a parte de las ruinas y los motivos religiosos no tiene gran cosa... excepto fuentes por todas partes y mucha mierda junto con precios altísimos.

En resumen, Roma no me gustó nada, pero el Vaticano fue otra historia. La verdad es que en la tele parece increíblemente más grande... Es un pequeño estado muy bien cuidado repleto de seguratas (no, no vi curas ni monjas ni nada de eso por ahí, lo que me llamó bastante la atención) y

turistas. Me encantó, además que la gente de ahí sí que era más maja que los italianos que nos encontramos por fuera. Otra cosa que me pareció curiosa del Vaticano es esa bola que aparece en la imagen... ¡¡EN DUBLIN HABÍA UNA IGUAL!!

Nos vimos toda Roma a pie, y pasamos de pagar por ir en metro, ya que en protesta a lo caro que era, yo al menos, decidí que me salía más rentable colarme. Me salió bien la jugada: transporte gratis y además...  ¡¡por ser menor de edad museos gratis!!
El camping en el que nos alojamos nos cobró 1€/día más de impuesto por ser turistas... tsk. Al menos se equivocaron de cuarto y por 7€ nos dieron bungalows con aire acondicionado y secador (no os imagináis el calor y la humedad de la zona...). La verdad es que el camping estaba bastante bien y teníamos de todo, pero fuimos tontos y no lo aprovechamos (no pisé la piscina en todo el interrail)

Ah, y cuando estábamos las chicas solas nos invitaron a muchas fiestas, cabe destacar.

Bueno, el caso es que tras timarnos los señores del tren de Italia, llegamos a Venecia, donde por culpa de un señor que se rió en nuestra cara no pudimos ver Venecia (bueno, sí, la parte fea, en la cual no hay agua) y tras esto atravesamos los Alpes, rumbo a Villach.

No quiero hablar más de Italia porque me ha decepcionado considerablemente, si a alguien le interesa saber qué hicimos cada día y por cuánto nos costó... clickar en:




miércoles, 1 de agosto de 2012

Pesadillas post-viaje

Pues nada, tras recorrernos media Europa, aquí estoy de nuevo.

¿Qué puedo decir sobre el viaje? No es como lo había imaginado, aunque es lo que tienen estos viajes, siempre te sorprender... ya sea por las buenas o por las malas.

Acabé echa polvo... peeeero... no tanto.

La verdad es que esperaba que fuera mucho más duro, tanto psicológica como físicamente. Pero no he echado a nadie de menos, al menos no mucho. Y sobre dolor físico... no he llegado a pasar hambre, ni he tenido ningún tipo de lesión... lo peor que me ha pasado es que he tenido que tomar antihistamínicos porque unos mosquitos se lo pasaron en grande conmigo y sus picaduras me dan alergia, pero vamos, nada que no me hubiese podido pasar aquí.

Tras el viaje puedo decir que no se valora lo que se tiene hasta que ves lo que tienen otros. No os imagináis la cantidad de servicios que tenemos en España gratis o a precios muy bajos, mientras que en el resto de Europa... nanai. Si es que nos quejamos mucho de la crisis, pero yo sigo pensando que si pusieran baños de pago en las estaciones, saldríamos en 3 meses. Sí, señores míos, no he encontrado casi ningún baño gratis por Europa, tienes que pagar incluso en los restaurantes (me parece increíble ¬¬")

Otra cosa que he aprendido es que es mejor viajar sola, así no tienes que estar pendiente de nadie. Nos ha pasado que en el grupo unos cedíamos mucho y otros no, y así no nos podemos coordinar; pero bueno, esto es algo que ya me esperaba.

Por desgracia tampoco me ha sorprendido en este aspecto... esperaba que con advertirles que las discusiones iban a llegar harían más por evitarlas, pero ni me creyeron cuando lo advertí ni lo aplicaron en el momento.

Yo no es que me haya enfadado mucho durante el viaje, excepto en Budapest, pero una heridita de esto siempre queda... hay amigos con los que estará bien quedar, pero no más, pues cuando pasas más tiempo con ellos la convivencia se hace insoportable.

Pues nada, al año que viene a Brasil :) Y al siguiente alguna otra cosa, como el Camino de Santiago en bici, por ejemplo.
Y, esperemos, dentro de unos añitos, un invierno probablemente, me iré con Marina a dar una vuelta por los países nórdicos, para ver la aurora boreal y disfrutar de un mes entero de noche.