miércoles, 12 de septiembre de 2012

Síndrome curioso: la mano ajena

Cotilleando el manual de psiquiatría (no, no soy médico ni estudiante de medicina, pero es que a veces hay que leer cosas que sean interesante y que no sean ficticias, y como en los periódicos últimamente no hay más que ficciones, me dedico a leer estas cosas) encontré este síndrome mientras buscaba otro en el índice, me resultó un nombre curioso, y me puse a investigar sobre ello.

Al parecer este síndrome, conocido como el de la mano ajena / alienada / anárquica / extraña (y más nombres por el estilo) se debe a un daño en el cuerpo calloso (una parte del cerebro, concretamente la parte más interna, si se mira éste a través de un corte de perfil) provoca que la mano no dominante (en la mayoría de los casos será la izquierda, pues la mayoría de la gente es diestra) se mueva de manera autónoma e inteligente.
Según he leído por ahí, si el daño es en el lóbulo frontal (la parte de delante del cerebro si se mira este de perfil) es la mano dominante (en la mayoría de los casos, la derecha) la que se independiza, pero de esto último no venía información en el manual que he leído, y de wikipedia no me fío. También dice que los daños en la corteza pueden causar movimientos independientes de las manos, pero estos ya son descontrolados y alocados. Las causas pueden ser golpes, tumores, o cirugías en la cabeza.

Y luego me ha dado por mirar vídeos, bastante curioso, de pacientes que se abrochan con la derecha una camisa y al momento la izquierda comienza a desabrochar, incluso vi de una mujer que se lo tomaba a con bromas y cocinaba filetes vuelta y vuelta automáticamente, porque lo que hace la derecha, la izquierda lo deshace. También he visto vídeos de manos que se comportan alocadas e incluso "pegan" a sus dueños.

No puedo imaginar lo que sería vivir con una extremidad que no te respondiera. Y no sé que es peor, si que no responda y no se mueva, o que no responda y haga lo que le dé la gana. En fin, con lo miedica que soy yo, seguro que acababa antes amputándome la mano que convivir con eso... seguro que me despertaría por las noches con mi propia mano haciéndome cosquillas o golpeándome.



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