viernes, 31 de agosto de 2012

Amsterdam (o Babilonia) y Rotterdam (la ciudad más futurista que he visto)

Tras Berlín nos marchamos a Amsterdam, llegando allí por la noche y con la separación del grupo ya prevista: chicas a Rotterdam, que es barata; chicos en Amsterdam, que lo hijos únicos se lo podían permitir (siempre tendré esta pullita...)

Pues eso, la primera impresión nada más bajar de Amsterdam fue "Oh, no es tan desastrosa como decían ¡Es preciosa!"

Llegamos de noche y sólo estuvimos de noche ¿Qué podíamos ver? Sólo el Barrio Rojo, no había nada más "abierto" Y bueno, fue meterse ahí y olvidar la belleza del lugar.

Y así fue como entre bicis que casi nos atropellan, deambulamos como pudimos por el sitio del pecado con los mochilotes al hombro, íbamos tan colocados con el simple marígeno (porque oxígeno os aseguro que no era) que se respiraba en el ambiente que ni siquiera nos dolía la espalda, y no, queridos lectores [que he visto que ha subido el nº notablemente... y todos son de países rarrros. Why?], esto no es ni una exageración ni una hipérbole ni nada, es la pura realidad, que el humo del aire nos mantuvo anestesiados, excepto a Javi, claro, que tenía un "esguince"

Un chaval fumado me invitó a maría y me contó su vida, creo que quería ligar conmigo, pero ni siquiera me preguntó mi nombre. Luego se acercaron los chicos del grupo y le ahuyentaron. No sé a qué coño viene esa actitud tan "fuera de mis tierras" que tenían con toda persona que intentaba entablar amistad con  nosotras, además, que tampoco es que yo estuviera "en peligro" o algo del estilo.

En fin, sin hacer nuevos amigos gracias a mis amigos, nos fuimos a ver putas. Queríamos preguntar que si ofrecían también sexo lésbico [PURA CURIOSIDAD], ya que me pareció muy raro que sólo guiñasen los ojos y pusiesen morritos a los hombres... Bueno, pues al final resultó que me dio corte entrar a un prostíbulo, así que nos fuimos a la plaza Dam o algo así.

Allí estuvimos un rato cantando, medio dormidos, excepto Javi, que se estuvo quejando de su "esguince", ya que se había gastado toda su agua y ya no tenía con que tragarse la pastilla. Menos mal que para eso estuvimos las mujeres, que reservamos un trago lo suficientemente grande para tomar una medicación, en caso de ser necesario, ya que en estos viajes nunca se sabe cuándo vas a necesitar el qué.

Pues eso, le dimos un metamizol magnésico (aka nolotil-marca-blanca) para ver si se dormía y se callaba, o si le daba colocón "to' guapo" por la mezcla del medicamento con la maría, pero nada, siguió quejándose toda la noche.

Luego fuimos a un McDonalds a pasar parte de la noche. Amsterdam es una ciudad un poco cutre, bueno, Holanda entera lo es, todo abre a las 10am y cierra a las 6pm, y bares de 10pm a 3am. ¿Sólo 8 ó 5 horas de trabajo? En fin, y luego nos llaman vagos a nosotros (porque de hecho, cuando estábamos sentados esperando a que abrieran la estación, unos chicos un algo xenófobos nos soltaron algo del estilo por ser españoles. Ah, y unos negros rastafaris de los que claman paz y amor al estilo Bob Marley nos lanzaron bolsas de basura. Viva la hipocresía.)

Por cierto, en toda Holanda no vi ni un rubio de esos platino que yo pensaba que eran los holandeses...

Pero también hay holandeses majos, los conocimos Bety y yo en el Starbucks. Pero no eran de Amsterdam... es que parece ser que toda la escoria mala gente de Holanda se acumula en Amsterdam... Bueno, son lo siguiente a mala gente, ni aunque vean que te está dando un chungo en la calle te ayudan (es verídico, Bety se puso mala mala y nadie la dejó pasar a un baño, ni aunque le pagásemos)

Sin porros ni putas, Amsterdam se hunde.

Si hubiera ido con las chicas solamente seguro que nos habríamos ido de fiesta y pasado teta, pero en fin, se hizo lo que se pudo.


Y al fin las chicas nos fuimos a Rotterdam, esperando encontrar un pueblecito y dándonos de bruces con la ciudad más moderna y futurista jamás vista.

En ésta ciudad pasamos días felices, la mayoría de la gente era hispanoparlante (emigrantes), así que era en cierto modo como estar en casa, y la gente, de maja, ni punto de comparación con Amsterdam.

Fuimos a festivales, de compras, a la playa, a montar en bici, a ligar  (o más bien ser ligadas) en algún restaurante, y a cruzarnos con gente por la calle que nos decía "Dios te ama" , o bien "Que Dios te bendiga".

Majos,¡ requetemajos!  Y NO TUVIMOS QUE PAGAR POR IR A NINGÚN BAÑO.

Pues eso, tanto yo como mi hermana esperamos volver a Rotterdam (ella había ido unos meses antes que yo). Ella quiere quedarse allí a trabajar, yo por ahora a eso no llego...


Para saber con detenimiento qué hicimos las chicas


DÍA 19

DÍA 20

DÍA 21

DÍA 22

DÍA 23








DÍA 23

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