jueves, 6 de septiembre de 2012

Parálisis

Si bien las pesadillas y los terrores nocturnos son cosas más propias de niños pequeños, yo este sueño no lo padecí hasta tener, por lo menos, 15 años.

Puede que de lo que vaya a hablar ahora sea la temida Parálisis del Sueño, ese escalón entre la vigila y el mundo onírico. La verdad es que no estoy segura, porque todas las veces que he soñado esto estaba convencida de que era un sueño, y de hecho he conseguido despertarme.

Lo peor de este sueño es que, aunque me doy cuenta de que no es real, me cuesta una barbaridad el despertar. No es como un sueño cualquiera que no me gusta y me despierto con solo pensarlo, no, no. Este es más complicado, tengo que intentarlo varias veces durante el sueño para conseguir despertarme. Ahora entiendo lo que sentía la niña de Pesadilla en Elm Street cuando se daba cuenta de que era un sueño y no podía despertarse...

Sé que este trastorno de "no poder moverme y sentir una presencia (normalmente "maligna"), oír unas voces que no comprendo y ver sombras" es muy común, porque varios amigos míos me han contado de tener esa misma sensación, y cuando lo busqué en Internet descubría que no solo mis amigos, sino que un 50-60% de la población sufría este fenómeno, esta Parálisis del Sueño...

Pero lo que a mí me ha sucedido esta noche ha sido algo diferente...

Me he desvelado de un sueño que debía ser bonito, que no recuerdo nada, excepto la sensación de satisfacción, de haber completado un sueño (a veces mis sueños se interrumpen, otras veces, sin más, tienen un final, como los cuentos, y punto).

No tenía ni pizca de sueño, pero tampoco tenía nervios (tengo un examen dentro de unas horas, pero está chupado) ni nada que pudiera quitarme el sueño. Ni siquiera pensaba en nada. Creo que soy de las pocas personas capaces de pensar en nada, absolutamente nada, durante minutos, y seguir existiendo (según mi antigua profe de filosofía, que era psicóloga además de filósofa, eso es imposible porque siempre pensamos en otra cosa cuando no atendemos, pero no, en mi caso os garantizo que a veces soy como un vegetal)

Luego pensé en porqué no me podía dormir: tenía la ventana cerrada. Me di cuenta de que no hacía especialmente calor, pero era el primer día que dormía con la ventana cerrada. Tenía la sensación de que faltaba oxígeno en la habitación, pero pensé que cuanto menos respirase antes me dormiría, así que no abrí la ventana.

Me estaba imaginando lo que sería vivir en un edificio alto con las ventanas abiertas, las brisas tan fuertes que debían de pasar, cuando de pronto algo comenzó a golpearme con mucha fuerza en el pecho, en concreto la zona del pectoral derecho.

No puedo decir que "sentí una presencia" ni un "temor intenso", ni ningún tipo de alucinación, porque estaba segura de que me había quedado dormida.

Pues eso, algo me estaba golpeando el pecho y en cada golpe que daba sentía mil agujas atravesarme el seno y al momento salir. Me dije a mí misma tres veces (eso son demasiadas, que lo sepáis) que era un sueño para poder despertar.

Y desperté tiesa en la cama. De hecho, ni siquiera estaba en la misma posición que en el sueño. Tenía todos los músculos agarrotados, y en concreto el pectoral derecho me dolía como la sensación de agujetas. La mama también me dolía mucho, pero se me pasó al cabo de unos 3-5 segundos.

Así que pensé "ya está, ya ha pasado la pesadilla", porque normalmente tienes una pesadilla, despiertas, la interrumpes, y no vuelve, no "puede" volver.

Pero me equivocaba, sólo acababa de empezar.

La siguiente vez que me quedé dormida soñé que íbamos en una peregrinación en varios botes, no sé qué íbamos a ver, pero recuerdo que parecía un humedal por donde remábamos, y era una zona aislada de la mano de Dios.

Entonces volví a despertar, o eso creía. Había visto algo, una sombra, cruzar por la habitación. Pero había algo más, mi hermana estaba durmiendo a mi lado. Hace como 6 años que me cambié de cuarto, pero ahora aparecía en mi antiguo cuarto. Me di cuenta de que era imposible, tenía que ser un sueño. Y esta vez si desperté de verdad.

De nuevo, me hallaba despierta y desvelada. Y nada, pues me dispuse a dormir otra vez, qué remedio.

Volví a soñar que desembarcábamos de los botes. Estaban allí toda mi familia y mis amigos más cercanos. Subíamos por unas escaleras de piedra llenas de musgo cuando de repente...

Sentí una cosquilla, y de nuevo creí despertar en mi habitación. Pero ya me había pasado 2 veces antes como para ser tan ingenua de pensar que esta vez estaba despierta de verdad.

"¿Qué quieres?" grité en alto, esperando que lo dijera solo en el sueño, porque a veces si grito en sueños, hablo en la realidad.

Apareció una mano al borde de mi cama. Parecía de mujer porque tenía las uñas largas y parecían muy cuidadas, pero estaba notablemente delgada (que no esquelética). La mano se elevó en el aire y se extendió, como a modo de saludo.

"¡Choca esos cinco!" contesté yo de coña y choqué la mano. La mano se quedó como estaba, no sé porqué, pero creo que la mano estaba atónita. "No, en serio, ¿QUÉ QUIERES?" La mano me hizo un gesto de que acercara mi mano derecha (cabe destacar que la mano del sueño era una mano izquierda) y la pusiese palma con palma con la suya.

Hice tal cosa, y la mano no se movió, así que retiré la mía y le di la espalda y traté de pensar en un sueño bonito, y estaba volviendo a aquél camino lleno de musgo... cuando la mano me volvió a llamar haciéndome cosquillas en la cintura.

"Por favor, dime qué quieres" le dije yo, desesperada porque me dejase dormir de una vez. Hizo el mismo gesto de antes, colocamos las manos palma con palma  y ella me dio un apretón, yo la respondí.

Ahora teníamos las manos dadas. Al ver que tras un buen rato no pasaba nada, me cabreé, y comencé a apretar muy fuerte a la mano y a clavarle mis uñas mientras le gritaba "ME QUIERES DECIR DE UNA PUÑETERA VEZ QUÉ COÑO QUIERES"

Pero el enfado era tan grande, que me desperté de verdad. Esa es otra de las cosas que me hacen despertar de un sueño, las emociones que tienen mucha fuerza.

Y por última vez, me dispuse a dormir. Y aquí vino la peor parte para mí.

No sé porqué, me dio una sensación de miedo de golpe. Me levanté de la cama, y me sentía más ligera de lo normal. Luego me di cuenta de que me estaba viendo a mí misma en tercera persona, como quien ve al prota de una peli, y me di cuenta de que era un sueño. Me giré, y me vi a mí misma dormida, pero no era una cosa sólida, sino más bien como algo que estaba y no estaba allí (debía de ser mi lado Schrödinger, sí, es un chiste muy friki y muy malo, pero  es que tenía que decirlo).

Quería despertar, y lo intenté varias veces, pero no podía. Así que me dirigí al cuarto de mis padres, estaba en el pasillo, por el cual andaba pero nunca conseguía pasar más allá de la mitad. Era raro, porque yo tenía la sensación de avanzar y el pasillo mantenía su distancia, pero yo no avanzaba nada.

Así que me puse a chillar en el sueño, esperando que pareciese un terror nocturno y pudiese estar hablando en la realidad.

"¿Mamá? Hay algo raro en mi cuarto. Y tengo calor. No puedo dormir bien. ¿Mamááááá? ¿Puedes oírme? Te estoy hablando en sueños. No puedo despertarme. Lo estoy intentando. Ayudadme, ¡¡HAY ALGO RARO EN MI CUARTO, LO ESTOY SOÑANDO!! ¡¡¡Y NO PUEDO DESPERTARMEEEEE!!!"



Y en ese momento desperté. Casi me caigo cuando lo hago: me he despertado de pie en medio del pasillo, y me sentía muy mareada. Tenía los ojos muy hinchados, además

¿Veis como lo mío no es como la Parálisis del Sueño?

Fui al cuarto de mi madre y ella me habló medio dormida, me dijo, literalmente: "¿Pero tienes pesadillas aquí o allí?" Y yo me quedé pensando qué coño significaba eso.

Al fin y al cabo, mi madre sigue siendo, al igual que cuando era pequeña, la heroína en mis pesadillas. No sé porqué, pero ella puede calmarme y mi padre, no.

Y nada, no me he vuelto a dormir. Espero que no me duerma durante el examen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Cada vez que no dejáis un comentario ¡¡Schrodinger mata y no mata un gatito!!