viernes, 30 de noviembre de 2012

Fragmentos de los sueños de esta noche

Me he despertado 3 veces esta noche, todas ellas recordando lo que había soñado, y de esa manera de recordar que me conozco ya, que cuando llega el amanecer, el despertar final, no recuerdo nada (o casi)

En el primer sueño había una guerra civil y vestíamos como súper-héroes. A uno le mataban y la guerraba paraba por un día para que todos pudieran despedirse del cadáver, cuando esto ya pasó, la guerra continuó. Yo era la encargada de arrastrar el ataúd hacia la tumba.

Estaba en una catedral (probablemente la misma que en sueños anteriores, la que está donde el paisaje rocoso y embarrado) y me acercaba, arrastrando el ataúd hasta un confesionario. Estaba sola. Miraba a los lados, para confirmarlo. Allí, decía "perdóname, Padre, porque voy a pecar"  y abría el confesionario de una patada. El confesionario carecía de suelo, era sólo un agujero que llevaba hacia otro mundo, el mundo de los  muertos. Empujé el ataúd y lo vi caer en el agujero, esperando que el milagro pasase.

Y pasó, nada más caer, el muerto volvió a la vida, no una vida en nuestro mundo, sino en el suyo. Mientras caía, empezó a trepar y saltar a través de otras cosas que caían con él y  así llegar al agujero para poder volver a nuestro mundo (una imagen muy a lo God of Wars, por cierto)

Llegó arriba y me dio las gracias. Entonces apareció otra chica cuyo traje era como el mío, odiándonos, escupiendo insultos contra nosotros, no recuerdo porqué concretamente, pero tenía que ver con que le hubiera devuelto a la vida y con que ella no se pudo despedir del cadáver. Era del bando contrario. Creo que nos la cargamos.





El otro sueño trataba de una festividad que se celebra por estas fechas. Estaba en una plaza donde habían montado un escenario con mis amigas de la universidad. Había quedado con 3 viejos amigos (realmente no sé si jamás fueron mis amigos, pero en su momento, hará 3 años o más, al menos con 2 de ellos, uno más que el otro, teníamos una estrecha relación. Llamémosles K (la chica), N (con el que tenía más relación) y G (otro chico, novio de K) ). Había quedado con N, pero de esa manera que tengo yo de quedar de a ver si nos encontramos y si no, mejor.
Veía a N y K pasar cerca de mí con el rabillo de los ojos. Ellos trataban de saludarme y yo miraba para otro lado. Me seguían.
Mis amigas y yo nos sentábamos en una acera y hablábamos de lo bueno que estaba siendo el concierto, mientras escuchaba a N y K cuchichear sobre mí a mis espaldas. Les oía decir "a la de 3, ...1...2...¡3!", y entonces me abrazaban mientras estaba de espaldas.
K me explicaba que G había ido a por bebida y vendría pronto. Se llamaban por el móvil para encontrarse.
Y nada, la velada transcurría así, mientras que mis amigas de la uni me preguntaban quiénes eran ellos y yo sólo les podía decir "te lo explicaré más tarde".

N, K y G venían con una acompañante, una chica que no identifico con nadie y estaba muy desorientada.
Cuando acababa la fiesta, tenían que irse, y no sabían cómo. Las calles parecían de arena, laberínticas, sacadas de un cuadro de M.C. Escher. Su acompañante se puso a llorar porque tenían que irse a un pueblo que estaba más allá del mío (que está en Ávila) y llegarían muy tarde y les regañarían.

Me dio pena y les ayudé. Cuando vio que les ayudaba de buen corazón, y que gracias a mí encontraron la salida de las calles de arena y cartón, N me cogió por la muñeca, no sé si la derecha o la izquierda, y me miró a los ojos, mientras asentía dijo "gracias".
Y yo, intentando soltarme "de nada".
Me volvió a agarrar. Seguíamos solos. Y me miraba a los ojos muy serio. "Te pido perdón por todo lo que te hice". Supongo que llevo esperando mucho tiempo a oír esa frase, pero creo que N no se ha dado cuenta aún de lo que me hizo, y no porque lo hiciera de una manera inconsciente, no, sino más bien porque nunca se preocupó por lo que pudiera causarme. Y no merece ser perdonado.
 "No hay perdón que valga" le contesté yo y me solté. Ahora me había enfadado. Trataba de actuar como si nada nunca hubiera sucedido, pero N siempre tiene que llamarme la atención para que no olvide lo que sucedió, y cada vez que lo recuerdo, me cabreo mucho. No necesariamente con N, sino con el mundo en general.

Creo que he soñado con esto porque dentro de poco voy a ver a N, y a mi subconsciente le encanta que odie a N. La verdad es que en general, sueño mucho con N, y normalmente esos sueños acaban en peleas de las gordas.  Y bueno, sueño con N y K viene con él siempre, a mí K nunca me cayó necesariamente bien. Y con K viene muchas veces G, son como un pack, porque son pareja. G era el que mejor me caía de todos, aunque no hablásemos excesivamente mucho.







Y del tercer sueño no sé qué  decir, no lo recuerdo mucho, pero sé que iba de videojuegos.

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