lunes, 14 de mayo de 2012

Explicaciones durante el sueño.

Hoy me he ido a dormir y me he quedado bocabajo en plan "lapa" (abrazo almohada, pierna derecha medio doblada, izquierda extendida, como si me intentase sujetar a la cama) .

 He soñado que le explicaba a mi padre (bueno, no era mi padre, era el señor que era mi padre en el sueño, mantenía la esencia "mi padre") que aquello no era cierto,  que mi cuerpo se encontraba en otro lugar, durmiendo en plan lapa.

Ha sido raro, como estar en dos sitios a la vez y perfectamente consciente de lo que sucede en ambos a la vez. Me gusta mucho esa sensación de poder estar en dos sitios a la vez, sé que no es normal imaginársela, pero en serio, es... inexplicable a la conciencia despierta.

Por un lado, veía todo lo que sucedía en el sueño, por otro, sentía la  cama y el entumecimiento de dormir, y mi respiración durante el sueño.

Sólo solía sentir esta sensación cuando tenía alucinaciones por fiebres muy altas, pero no eran lo mismo, lo otro era como soñar con los ojos abiertos, en este caso estaba perfectamente bilocada, eran cuerpos independientes pero perfectamente conectados y controlados.

Luego me he visto a mí misma desde dentro del sueño, eso ya da más mal rollo, me he visto ahí tumbada en mi habitación. No es la primera vez que tengo el sueño de que me veo durmiendo (sí, es un sueño, no un viaje astral, ¿por qué lo sé? Porque soy como yo me miro y no como me ven los demás, o sea, que no es como ver un vídeo en el que apareces, sino una foto que te has hecho a ti misma para salir a tu gusto aunque no te parezcas a la realidad)

Y a la vez pasaban cosas en el otro mundo...

Estábamos dando como una misa rara, tipo Jueves Santo, y estábamos en unas casas  grisáceas. Se parecían a las de la isla griega Naxos.

La gente miraba como alzaba la hostia el sacerdote hacia el cielo (él estaba en el centro, los feligreses se situaban en balcones y escaleras para recibir la misa). Era de noche. Yo miraba al cielo, y veía que no había estrellas.

-¿Ves como no es real? No hay estrellas -le decía yo a mi padre. Él asentía y sonreía, parecía reírse de mis teorías extrañas- de hecho creo que ya conozco este mundo... es el de la cueva y el demonio.

Mi padre se puso serio y asintió. Entonces todo se volvió desierto.

Hace unas semanas tuve un mal sueño en el que buscábamos algo en una cueva, encontrábamos un hueso humano, no me acuerdo qué, y entonces algo de la cueva despertaba. No recuerdo quién era mi acompañante, pero me parece que tomábamos caminos diferentes, yo trepaba hacia arriba y huía, y veía como por una grieta de cueva, la criatura intentaba salir, pero no podía. Fuera me encontraba con mi acompañante, y sellábamos la entrada. Sé que la criatura, aunque fuera un monstruo, guardaba la esencia "demonio", porque durante el sueño eso era lo que sentía. Las cuevas se encontraban en un desierto.Eran modelados kársticos (irónico en un desierto, ¿no? los karts son los modelados creados por la erosión del agua).

Volviendo al sueño principal, en cuanto le dije eso a mi padre, todo se volvió desierto, y vi las rendijas de una cueva, y como alguien trepaba por ella para salir de ella. No le llegaba a ver la cara, pero sé que era yo, y que era como ver un recuerdo. También veía a mi acompañante viniendo por otra entrada de la cueva, tras sellarla. Entonces se levantaba una corriente de viento y arena y volvía a estar donde antes. Era como ver un recuerdo desde otra perspectiva.

Mi padre seguía asintiendo, con expresión seria. Sin palabras, decía "Sí, este es ése mundo y sí, esa sigue siendo su bestia"

Entonces el sacerdote bajó la hostia a la mesa y el mundo, que antes se veía como si fuera esférico, las casas, subían por los laterales de la esfera, se volvió plano, como el mundo normal (no digo que la Tierra sea plana, me refiero al paisaje de un horizonte, que antes era parabólico y ahora línea recta)

No comulgamos ni nada, la gente fue a sus casas, mirando al cielo, que no había estrellas, y decepcionada, suspiró y bajó la vista.

-Me voy del sueño -le decía yo a mi padre. Él se encongía de hombros.

Entonces despertaba, me sentía en mi cuerpo, en el de verdad, pero no podía moverme, no respiraba, así que deduje que seguía soñando.

Y al final hice un esfuerzo y me desperté tal y como sabía que iba a despertar, en la misma pose, y con la misma sensación, igual que abrir una puerta y pasar a la sala de al lado.

Tras esto, al despertar, se había abierto alguna puerta en mi memoria, porque comencé a recordar todas las pesadillas de pequeña que apenas recordaba de golpe. Las iré escribiendo por aquí.

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