domingo, 7 de abril de 2013

Sueño anímico

El estado de deprereza (drepresión que tiende a pereza, más pereza que depresión) que han dejado las últimas semanas, debido a la erosión de mis coditos y a la sangre que me falta en el cuerpo (porque la necesito en la cabeza) ha llegado hasta mi alter ego

Dormirme para soñar que duermo, soñar que sueño. Soñar que estoy tirada en el sofá durmiendo, mientras todos me incordian para pedirme algo. Mientras todos se van a dar un paseo bajo el sol, mientras yo duermo y sueño que sueño.

Efecto ultramatrioska.

También soñé que a la caída del sol todos dormían, y entonces yo salía a la calle, sola. Daba un voltio por mi ciudad, y me encontraba con esos amigos que siempre te cruzas y dices "a ver si quedamos" y dicen que les parece una idea genial, pero que si luego no les dices nada, ellos tampoco te dirán nada de quedar (esto me pasa por no tener wassap, pero bueno, me queda la libertad, menos da una roca caliza)
Y nada, como en las tardes de verano, nos íbamos encontrando a  todo el mundo por la calle, hasta ser los 101 que éramos antes, cual dálmatas, y nos lo pasábamos teta jugando a los juegos populares, en especial a uno que se parece a la petanca pero con palos. Se me ha olvidado el nombre, y a mi subconsciente también, porque en el sueño al jugar cada vez que uno lanzaba un palo gritábamos de manera gutural "RAYUELAAAAAAA" como quien grita  hoy en día "GANGRENAAAAAAA". Pero no, Rayuela es un juego que no tiene nada que ver.

También, luego, nos disipábamos. Estaba sola de nuevo. Corría esa brisa agradable del verano, con la humedad de futuras tormentas en el aire, pero sin la dificultad de respirar del aire líquido.

 Y me iba a un parque que era un cruce entre la Selva, Marruecos y el Parque de las Naciones. Allí vivía la vida salvaje, saqueando a unas ex-amigas que me habían robado, recuperando lo que me han quitado en la vida real. Y luego reviviendo algunas conversaciones de las noches interesante que he vivido esta Semana Santa. Y luego más vida salvaje.
Rousseau a tope, ¿eh?

Echo de menos pisar tierra, de esa que no es asfalto, ni zona de cultivo, ni parque artificial...
Me voy a tener que ir de excursión a esos parques que estudiamos en CTM el día menos esperado, ¿eh?

Vámonos a la montaña ya, por favor.

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