sábado, 13 de abril de 2013

Memorias hereditarias

No sabría muy bien decir si fue un sueño, una alucinación, mi imaginación o un suceso real. El caso es que tengo el recuerdo, ha venido de golpe, a mi mente, y tengo que escribirlo antes de que lo Olvide.

El recuerdo de un hombre viejo (o al menos sabio) que me explicaba que no somos nadie. Que somos todos uno. La herencia de las memorias de aquellos que había antes de nosotros, y que de algún modo, nosotros seguiremos habiendo cuando ya no estemos aquí.  Que ser inmortal era ser humano, y como todos éramos inmortales, a nuestra manera, éramos nadie.
Es complicado de explicar... ¿Cómo explicar lo infinito con un alfabeto finito?
Heredamos lo que otros fueron y eso es lo que somos, pero no me refiero a genéticamente... es algo más bien como espiritualmente.
Hablaba en otro idioma, hablaba de que el lenguaje estaba impreso en la herencia, de que los sentimientos, el carácter, nuestras acciones futuras y pasadas estaban impresas en la herencia, hablaba de que el tiempo no era ni cíclico ni lineal, sino una espiral.

"La vida es una espiral,
que sin principio no tendrá final"

Es parte de un poema de aquélla época de oscura adolescencia en la que llenaba mis soledades e incomprensión con escritos y dibujos, en los que yo no pensaba, sino que era mi mano la que tenía voluntad propia.

Esos versos era lo que yo le contestaba al viejo en el sueño, asintiéndole, intentando asimilar lo que me explicaba en aquella lengua extraña...

Creo que el anciano que me lo contó era el mismo de los sueños en los que aparecía el Viejo y la Niña, o en el que aparecía el/la homúnculo al que llamábamos Tentación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Cada vez que no dejáis un comentario ¡¡Schrodinger mata y no mata un gatito!!