sábado, 22 de diciembre de 2012

Próximo Fin del Mundo para 2020

En la víspera del Fin del Mundo del 21 de 2012, o sea, hace un par de días, soñé que estábamos en una gala de cine, con mi padre, porque habíamos ganado unas entradas de pre-estreno y además una cena con los actores, director, cámaras, dobladores, y etc de la película.

La peli era americana, diría yo. No me acuerdo muy bien de qué iba. Lo que sí recuerdo es que me hice muy amiga de dos de los dobladores. Vivíamos en Alicante, cerca de la playa, aunque el estreno había sido en una ciudad Capital, no parecía Madrid, así que supongo que sería Valencia.

Dio la casualidad de que estos dos dobladores también estaban por allí. Uno  era alemán y estaba como en un proyecto tipo Erasmus, pero trabajando, el otro era español. El chico alemán medía casi 2 metros y tenía un corte de pelo estilo Kurt Cobain, la verdad es que se parecía bastante, pero con menos barba. Hicimos buenas migas. Yo vivía sola con mi hermana en un piso chiquitín de por ahí, cerca de la playa. Quizás era el piso cutre que tenemos en Campello, pero si lo era, estaba realmente muy reconstruido.
El otro doblador, venía a vernos a menudo, porque tenía un piso por ahí cerca. El rubio y alto era más complicado verle. Un día me invitó a cenar a su casa, en valencia. Tengo la imagen grabada de un brindis con vino, y conversaciones muy interesantes, pero no recuerdo que pasase nada más. No dormí casi porque me dejó dormir en el sillón y él durmió en el suelo porque empezamos a hablar y con la tontería nos quedamos así hasta el amanecer, charlando.

Volví al piso, y pasaron los días. Un día, vino mi familia de visita, salvo mi hermano mayor. También vinieron algunos compañeros españoles que habían colaborado en la película esa y dos americanos. Habíamos hehco todos muy  buenas migas. El chico de los dos metros no daba señales de vida. Estábamos comiendo en un telepizza, bromeando sobre el Fin del Mundo, según no sé qué teoría.  El que sacó el tema era el cineasta, que pensaba hacer una película basada en eso. Nosotros bromeábamos sobre que el Fin del Mundo había sido en 2012 y no iba a volver a ser y blablablá.

Acabábamos la cena y salíamos del telepizza. Uno de los que cenó con nosotros era dueño del local, también amigo nuestro.

Al salir, de repente, cayó algo de fuego en frente nuestra. El cielo estaba incendiado, literalmente. Era  como un continuo crepúsculo ardiendo. Nada más salir (yo iba delante) me giré y grité a todos que entrasen corriendo en el telepizza. En la calle cundía el pánico, un grupo de chicos jóvenes con pintas de emo venían corriendo a intentar cobijarse en el telepizza. Mi reacción era cerrar la puerta (que era de cristal)  con cerrojo spara que no pudieran entrar. Si había un holocausto zombie, mejor quedarnos dentro del telepizza que había provisiones para uno o dos meses con los que éramos, si entrase todo el mundo, ninguno sobreviviríamos. Y menos aún iba a dejar entrar a esa fauna artificial. También cerramos la puerta del piso de abajo.

Iban a acabar rompiendo las puertas, así que elaboramos un plan para abrirlas y salir corriendo y llegar a un sótano seguro, ya que el piso de abajo realmente era un piso a nivel normal del suelo. Salíamos evitando a la gente y nos separábamos para llegar a un sótano, mientras unos iban a por el coche (porque tenía cosas que podían usarse de armas) y otros corrían hacia el sótano.

Yo me desubicaba, me perdía al lado de una rotonda. Había caído una cosa ardiendo a mi lado y estaba un poco en estado de shock, el aire ardía. Miré al cielo y había algo parecido a un zeppelin-nave espacial-avión. Yo les chillaba algo a mi madre "es como cuando estuve en Londres". No entiendo el sentido de esa frase, en la realidad, pero en el sueño ya había vivido algo parecido a una guerra.

Seguían cayendo cosas ardientes de fuego y me di cuenta de que los soportales no iban a protegerme. Estaba sola, el resto habían corrido más. No me quedaba más que el azar y la suerte y correr en zig-zag mientras llovían metales ardientes. Comencé a rezar y a correr, con los ojos cerrados al principio y luego bien abiertos, cogiendo mucha velocidad, no podía parar aunque me doliesen las piernas. Encontraba a mi hermano por el camino y corríamos hacia el sótano, rezando juntos mientras corríamos.

Poco después despertaba.

La verdad ha sido un shock despertar así de golpe en el día del supuesto Fin del Mundo del 2012, pero bueno, al menos ha sido un sueño entretenido.

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