viernes, 3 de agosto de 2012

Primera parada: Roma, Italia.

Bueno, voy a hacer entrada por entrada cada uno de los países que hemos visitado (más que países, ciudades) durante este InterRail.

Recuerdo aquella gran noche en la que ganamos a los italianos en la Eurocopa por una gran paliza: 4-0.
Era la noche previa al InterRail, estaba nerviosísima. Por suerte, ver el fútbol con los compis y la euforia del momento me relajó un poco, y tras varios días de miedos y maldormir, pude descansar en paz... 6 horas.

No fui capaz de comer nada sólido desde el desayuno de ese mismo día hasta que aterrizamos en Roma, todo por culpa de los nervios. Casi vomito en el avión durante el despegue.

La verdad es que el vuelo fue el peor de mi vida, no me suelo marear, pero este lo llevé bastante mal... supongo que fue un mareo de esos de por no comer. Siempre que vuelo me da una sensación de que se me aplasta más el cuerpo, en especial la cabeza... pues bueno, en esta situación, la sensación fue a mayor.

Como fuera, sobreviví, ni vomité (aunque estuve a punto) ni nada.

¿Primera impresión de Roma? Que odiaban a los Españoles... por eso de haberles quitado la Eurocopa de las manos y tal.

Roma no es muy diferente a Madrid, en infraestructuras, al menos.

Salimos del aeropuerto y fuimos en un bus hasta Termini, y de allí nos dimos un paseo hasta llegar al Trastévere, la zona "bohemia de Roma".

Pues lo dicho, no nos trataron especialmente bien, los italianos son más bien prepotentes y maleducados. La ciudad, a parte de las ruinas y los motivos religiosos no tiene gran cosa... excepto fuentes por todas partes y mucha mierda junto con precios altísimos.

En resumen, Roma no me gustó nada, pero el Vaticano fue otra historia. La verdad es que en la tele parece increíblemente más grande... Es un pequeño estado muy bien cuidado repleto de seguratas (no, no vi curas ni monjas ni nada de eso por ahí, lo que me llamó bastante la atención) y

turistas. Me encantó, además que la gente de ahí sí que era más maja que los italianos que nos encontramos por fuera. Otra cosa que me pareció curiosa del Vaticano es esa bola que aparece en la imagen... ¡¡EN DUBLIN HABÍA UNA IGUAL!!

Nos vimos toda Roma a pie, y pasamos de pagar por ir en metro, ya que en protesta a lo caro que era, yo al menos, decidí que me salía más rentable colarme. Me salió bien la jugada: transporte gratis y además...  ¡¡por ser menor de edad museos gratis!!
El camping en el que nos alojamos nos cobró 1€/día más de impuesto por ser turistas... tsk. Al menos se equivocaron de cuarto y por 7€ nos dieron bungalows con aire acondicionado y secador (no os imagináis el calor y la humedad de la zona...). La verdad es que el camping estaba bastante bien y teníamos de todo, pero fuimos tontos y no lo aprovechamos (no pisé la piscina en todo el interrail)

Ah, y cuando estábamos las chicas solas nos invitaron a muchas fiestas, cabe destacar.

Bueno, el caso es que tras timarnos los señores del tren de Italia, llegamos a Venecia, donde por culpa de un señor que se rió en nuestra cara no pudimos ver Venecia (bueno, sí, la parte fea, en la cual no hay agua) y tras esto atravesamos los Alpes, rumbo a Villach.

No quiero hablar más de Italia porque me ha decepcionado considerablemente, si a alguien le interesa saber qué hicimos cada día y por cuánto nos costó... clickar en:




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