miércoles, 1 de agosto de 2012

Pesadillas post-viaje

Pues nada, tras recorrernos media Europa, aquí estoy de nuevo.

¿Qué puedo decir sobre el viaje? No es como lo había imaginado, aunque es lo que tienen estos viajes, siempre te sorprender... ya sea por las buenas o por las malas.

Acabé echa polvo... peeeero... no tanto.

La verdad es que esperaba que fuera mucho más duro, tanto psicológica como físicamente. Pero no he echado a nadie de menos, al menos no mucho. Y sobre dolor físico... no he llegado a pasar hambre, ni he tenido ningún tipo de lesión... lo peor que me ha pasado es que he tenido que tomar antihistamínicos porque unos mosquitos se lo pasaron en grande conmigo y sus picaduras me dan alergia, pero vamos, nada que no me hubiese podido pasar aquí.

Tras el viaje puedo decir que no se valora lo que se tiene hasta que ves lo que tienen otros. No os imagináis la cantidad de servicios que tenemos en España gratis o a precios muy bajos, mientras que en el resto de Europa... nanai. Si es que nos quejamos mucho de la crisis, pero yo sigo pensando que si pusieran baños de pago en las estaciones, saldríamos en 3 meses. Sí, señores míos, no he encontrado casi ningún baño gratis por Europa, tienes que pagar incluso en los restaurantes (me parece increíble ¬¬")

Otra cosa que he aprendido es que es mejor viajar sola, así no tienes que estar pendiente de nadie. Nos ha pasado que en el grupo unos cedíamos mucho y otros no, y así no nos podemos coordinar; pero bueno, esto es algo que ya me esperaba.

Por desgracia tampoco me ha sorprendido en este aspecto... esperaba que con advertirles que las discusiones iban a llegar harían más por evitarlas, pero ni me creyeron cuando lo advertí ni lo aplicaron en el momento.

Yo no es que me haya enfadado mucho durante el viaje, excepto en Budapest, pero una heridita de esto siempre queda... hay amigos con los que estará bien quedar, pero no más, pues cuando pasas más tiempo con ellos la convivencia se hace insoportable.

Pues nada, al año que viene a Brasil :) Y al siguiente alguna otra cosa, como el Camino de Santiago en bici, por ejemplo.
Y, esperemos, dentro de unos añitos, un invierno probablemente, me iré con Marina a dar una vuelta por los países nórdicos, para ver la aurora boreal y disfrutar de un mes entero de noche.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Cada vez que no dejáis un comentario ¡¡Schrodinger mata y no mata un gatito!!