sábado, 11 de agosto de 2012

Viena, ciudad de los hoteles caros


Bueno, tras Budapest fuimos a Viena... Al contrario que en Budapest, donde la gente suplica porque vayas a su albergue, aquí no conseguimos encontrar sitio donde dormir.



Hicimos una noche de empalme y dormimos en la parte de fuera de la estación de trenes. Luego abrieron la estación y entramos dentro y nos quedamos dormidos, y los guardias nos despertaban cada vez que esto pasaba. Lo veo bastante estúpido, eso de que estés en una estación de tren esperando tu tren y el guardia venga y te despierte...


En fin, que los austriacos en general nos cayeron gordo. 

Viena es bonita, la vimos de día y un poco la noche anterior, pero entre el sueño y etc, no pudimos apreciarla bien.

Menos mal que había hamacas en el parque, gracias a las cuales nos permitimos echar una pequeña siesta.

Yo casi muero congelada, ha sido la ciudad más fría en la que hemos estado.




Y tras esto, pusimos rumbo a Praga. No echaríamos Viena de menos.

Por si a alguien le interesa saber con más detalle qué pasó...


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Cada vez que no dejáis un comentario ¡¡Schrodinger mata y no mata un gatito!!