martes, 25 de octubre de 2011

Carrousel

Vueltas, vueltas y vueltas.
Todo daba vueltas.
Era un no parar,
y un millón de preguntas.
Con dos preguntas centrales,
de las que derivaban el resto.
¿Cómo me has encontrado?
¿Qué hago yo aquí?
Pero no había respuesta
Solo risas y vueltas,
vueltas y
vueltas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Cada vez que no dejáis un comentario ¡¡Schrodinger mata y no mata un gatito!!