Y si perdiera la memoria… ¿Seguiría siendo yo misma?
Sí, físicamente hablando. Seguiría teniendo el mismo temperamento y las mismas maneras que cuando nací y aún no tenía conciencia de ello.
Pero por otro lado... soy lo que han hecho mis experiencias de mí. Soy mis errores y mis logros, y lo que ellos han dejado consecuente. Si perdiese mis recuerdos, que son lo más preciado que tengo, sería como volver a nacer.
La idea de olvidar todo lo aprendido en estos dieciséis años de vida me aterra.
Somos como barcos, nos vamos rompiendo poco a poco y nos ponen piezas nuevas, pero a pesar de todo seguimos siendo el mismo barco. Sin mis recuerdos, mis piezas, no sería ni siquiera un barco, ni siquiera yo, porque no tendría “con qué” estar montada.
Y hoy soy yo, con mis recuerdos; pero mañana tendré muchos más recuerdos y habré cambiado casi por completo y aún así, seguiré siendo yo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Cada vez que no dejáis un comentario ¡¡Schrodinger mata y no mata un gatito!!