El sueño de esta noche ha sido bastante caótico. Estábamos como en una residencia de estudiantes, pero de verano, en la que no estudiábamos carreras, sino cosas relacionadas con las artes escénicas, plásticas y los negocios. No tiene ningún sentido, lo sé.
Recuerdo que el lugar estaba en un pueblo aislado de la mano de Dios que se daba una aire a Silent Hill con toda la niebla, pero que al lado había una pradera igual que la que aparece de fondo en todo salvapantallas windows. En la pradera realizábamos las obras de teatro.
Lo que me llama la atención es que he soñado con un montón de gente que existe realmente, y que han hecho cosas que no me cuadran para nada...
Recuerdo las cosas un poco borrosas, así que voy a contar aquello de lo que me acuerdo bien: yo entrando al baño para ducharme, no sé porqué estaba llena de barro en el pelo (creo que era porque me caí a un pilón de por ahí cerca).
Vale, el baño era de chicas, y estas andaban desnudas por ahí, hasta ahí nada anormal.
El baño resultaba ser más grande de lo que parecía, era un balneario por dentro. Yo iba con un albornoz que me quedaba grande y me cubría las manos y lo arrastraba.
Empecé a peinarme el pelo embarrado frente al espejo, totalmente cubierta con el albornoz, cuando una compañera se colocó en el espejo al lado, totalmente desnuda, a peinarse. Y lo peor es que se hizo un moño de gala y maquillaje de noche y luego salió en bolas del baño, como si fuera tan normal.
Luego empezaron a llegar chicos con albornoces a acicalarse también, hasta ahí todo bien. Entonces se empezaron a ir a cabinas individuales en el mismo baño de chicas a masturbarse.
A mí me dio mucho asco y me fui a las duchas. No sé porqué, me dejé el albornoz, el champú y el jabón fuera de la ducha, y entonces los chicos empezaron a salir de las cabinas, por lo que yo no podía salir a recoger mi champú y mi jabón porque estaba totalmente desnuda y me daba miedo que me viesen. Se fueron todos y quedó uno que era amigo mío. Le decía que no mirase y que me lanzase el albornoz envolviendo el champú y el jabón por encima de la puerta. Él contestaba que no podía hacer eso hasta que se desempalmara. No tiene sentido, lo sé. Asi pues, tuve que quedarme un buen rato en la ducha, sentada en el suelo desnuda, con el culo frío, hasta que me lanzaron el albornoz con el champú y el jabón por encima de la puerta. Entonces alguien entró en la ducha de al lado y dio la luz (sí, las duchas tenían bombillas ahí arriba) y la pared se empezó a trasparentar, por lo que me puse el albornoz y salí corriendo con mis cosas para que no me vieran. Me crucé con varios chicos en pelotas por el camino.
Luego llegué a una piscina y me puse el bikini, no había nadie en esa sala y las luces estaban apagadas. Decidí asearme en la piscina, además de darme un baño relajante.
Otra cosa que recuerdo con claridad es que al día siguiente tuvimos una función de teatro en la pradera de windows, en la cual la gente volaba por el aire creando formas en el firmamento. A unos se les veían los cables, a otros no. Los actores en el cielo iban vestidos de un color concreto cada uno, cuando se juntaban todos creaban figuras, eran como los dibujos del Manitas de Art Attack.
Recuerdo que la obra comenzaba diciendo algo del Dios Sol, que moría al final de la obra. Y que el Sol era gris plateado, no dorado.
Lo siguiente raro y sin sentido era que cuando acababa todo esto y teníamos que volver a nuestras casas, yo me iba en una carrerta tirada por burros, a través de unas montañas que parecían templos Mayas, pero que eran claramente de hierba en vez de oro o piedra. Y circulares en vez de cuadrados.
Mi amiga me iba contando que se sentía muy sola y todo ese rollo femenino. Yo la daba un abrazo como hacen las buenas amigas, y luego ella me preguntaba que si se podía quedar abrazándome, y yo le dije que no me importaba en absoluto. Así que se quedó detrás de mí, tumbadas ambas sobre la paja que había en la carrera, agarrándome por la cintura. Los burros subían y bajaban cuestas, era como el traqueteo de una amaca, muy agradable.
Entonces ella empezaba a decirme cosas bonitas al oído, susurrando. Yo me ponía tiesa en plan "¿Qué coño está pasando?". Me empezaba a acariciar el brazo y a agarrar más fuerte por la cintura. Yo pensaba "¿Qué hago? Me quedan más de 4 horas de viaje y no quiero que se enfade conmigo y me eche fuera de la carreta" Así que decidí no moverme. Tampoco podía, tenía miedo. Y entonces me comió la oreja, a lo que yo reaccioné apartándome en seco y diciendo "¡¿PERO QUÉ COÑO TE PASA?!" Y entonces me besó. Yo me quedé en estado de shock y ella me cogió y me acunó y empezó a decir "...y luego iremos al parque de atracciones, y luego solas en un hotel, y luego en el acuario, y luego nos vamos al aquópolis..." Cuando hube salido de mi estado de shock la aparté de mí y la pregunté "¿Pero qué coño te pasa? No me gustan las mujeres, estoy enamorada de mi novio... y tú también tienes novio." Y ella me responde "Bueno, no creo que a ellos les importe. Si quieres les decimos que se unan."
Y entonces yo decidí bajarme del carrito de burros e ir andando. En cuanto lo hice, se hizo de noche, una noche llena de estrellas dibujadas en el cielo como pegotes de asteriscos. Y caminé sola bajo la luz de los asteriscos hasta despertar, mientras pensaba que todos se estaban depravando, pero que yo sólo quería volver a cas con mi novio.
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