Una pequeña personita vino trotando hacia mi cuarto. Creí que era mi hermana pequeña, la pregunté que qué quería a esas horas de la noche. O al menos intenté preguntárselo... no pude moverme.
No podía verla, pero aquella personita de pasos saltarines y rápidos se quedó a los pies de mi cama. Sentí unos ojos grandes, completa y absolutamente negros, nocturnos, observándome en la oscuridad. No podía moverme, y sentí cómo aquella criatura me observaba, y sus ojos se hacían más grandes por momentos, eran solo pupilas. Le pregunté qué quería, o al menos, pensé en preguntárselo, porque no logré moverme. Sentí como sonrió y se fue trotando como había venido, con una risa infantil y femenina, y de repente los pasos desaparecieron cuando la criaturita corrió.
Juraría haber estado despierta, pero no. Cuando conseguí moverme, desperté tumbada del lado contrario de la cama, así que supongo que sólo ha sido un sueño. Supongo...
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