Bueno, tras Budapest fuimos a Viena... Al contrario que en Budapest, donde la gente suplica porque vayas a su albergue, aquí no conseguimos encontrar sitio donde dormir.
Hicimos una noche de empalme y dormimos en la parte de fuera de la estación de trenes. Luego abrieron la estación y entramos dentro y nos quedamos dormidos, y los guardias nos despertaban cada vez que esto pasaba. Lo veo bastante estúpido, eso de que estés en una estación de tren esperando tu tren y el guardia venga y te despierte...
En fin, que los austriacos en general nos cayeron gordo.
Viena es bonita, la vimos de día y un poco la noche anterior, pero entre el sueño y etc, no pudimos apreciarla bien.
Menos mal que había hamacas en el parque, gracias a las cuales nos permitimos echar una pequeña siesta.
Yo casi muero congelada, ha sido la ciudad más fría en la que hemos estado.
Y tras esto, pusimos rumbo a Praga. No echaríamos Viena de menos.
Por si a alguien le interesa saber con más detalle qué pasó...
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