Durante el bachillerato, algo que hacía que me desestresase sin sentir que perdía el tiempo era mirar fotos del cielo y de la aurora boreal.
Hoy, entre otras muchas cosas no de mucho interés( relacionadas con el sueño de ayer, que tampoco tiene mucho interés para nadie excepto a mí, eran recuerdos alargados), he soñado que pasaba algo raro en el cielo.
Estaba en un cuarto que era como todo metálico, parecía una cámara de un hospital o una central. Había una ventana ovalada en el techo. Yo y algunos más observábamos en cielo. teníamos trajes especiales, parecían un cruce entre traje de surfnieve, astronauta y central nuclear. Sé que el traje era para aislar térmicamente, servía tanto para el calor como para el frío.
Mirábamos el óvalo en el techo, con unos bolis y cuadernos de notas en las manos. Esperábamos a que el sol descendiera y surgieran las estrellas, y quizás, algo más.
Entonces, el cielo se iba apagando progresivamente, y a su vez aparecían estrellitas progresivamente. La Vía Láctea.
Mis compañeros salían de la pequeña sala una vez ya pasado un rato, en el que no habíamos visto más que una veintena de estrellas fugaces y estrellas y estrellas normales. Yo me quedaba y aprovechaba el espacio, ya que se habían ido, para tumbarme bajo la ventana ovalada.
Nada fuera de lo común pasaba durante un rato.
Luego comenzaba un destello, como un latigazo en el cielo, verde-azulado. Me incorporaba un poco, pensando si era mi imaginación o era real.
Nada fuera de lo común sucedía durante un rato más.
Me volvía a tumbar, miraba a un lado y veía que lo que antes eran estanterías de metal ahora eran camas de metal y almohadas de hospital, con colchones hinchables. Una me pertenecía, las otras eran de otras tres chicas, entre ellas, sé que una era el puesto de mi hermana.
Por el rabillo del ojo percibía un destello verdoso.
Me giraba. Aquello era impresionante.
Sobre mí, el óvalo se ensanchó levemente, permitiéndome ver la aurora boreal desde abajo.
En ese momento noté que algo iba mal, pensé "no estamos tan al Norte como para esto, ni tampoco tan al Sur".
Entonces, hipnotizada por ese polvo, vi que los destellos dibujaban algo más, y vi el rostro de una mujer. ¿Quién era? No sé. Parecía del estilo de un cuadro de los que Dalí hizo de Gala.
La imagen no duraba mucho, yo parpadeaba y ya había desaparecido. No estaba muy segura de lo que sucedía.
Luego volvió a aparecer, la misma mujer, en diferentes posturas. Me recordó a una sirena.
Luego un destello verde-azulado golpeó la ventana del óvalo, y supe que algo no iba bien.
Salí corriendo de la habitación para avisar a los demás... pero cuando volví con ellos, la Aurora había expirado. Nadie me creyó y todos se rieron de mí. Entonces nada más darse ellos la vuelta para salir, la Aurora volvió y ellos vieron los reflejos verdes, azules, violetas y rosas en centelleando en toda la sala metálica.
Vi expresiones de miedo en su mirada y alguien dijo "si no hemos subido tan al Norte" y otro "¿Creéis que el Sol...? No, ¿no?".
La temperatura subía vertiginosamente, lo notaba en la cara, por lo que me cubría la cabeza con un casco que era parte del traje. Ahora sí parecíamos astronautas. Sólo uno se quedaba conmigo para anotar si sucedía algo.
La aurora no sólo era verde, azul, violeta y rosa ahora, no, se había convertido en un verdadero arcoiris, en toda la gama del espectro.Entonces oía a mi compañero decir algo así como "No puede ser... ¿plasma?". Un arcoiris de plasma descoordinado, y estábamos como dentro de una bola de plasma. Y la temperatura no dejaba de subir.
Entonces estaba sola, en medio de una nada, llena de estrellas. El óvalo seguía sobre mí, era como un portal lleno de sinapsis.
Y al fin sentía una presencia detrás mía. Notaba un calor extremo, y como mi ropa se descomponía. Y "Eso" susurraba.
-...como el Centinela aguarda a la Aurora. -Creo que , aunque no lo vi, era la mujer-aurora de antes.
Y desperté, justo para ver amanecer. Me asomé a las verjas de mi ventana, y vi como el sol salía lentamente, sobre un cielo azul celeste y unas nubes cirrus totalmente naranjas, en gran contraste sobre el azul celeste del cielo.
Me gustan los salmos, son más bonitos que cualquier poema posterior, en mi opinión. Para aquél que no lo sepa, esa frase del centinela y la aurora es del Salmo 129:
"Desde lo hondo a ti grito, Señor;
Señor, escucha mi voz;
estén tus oídos atentos
a la voz de mi súplica.
Si llevas cuenta de los delitos, Señor,
¿quién podrá resistir?
Pero de ti procede el perdón,
y así infundes respeto.
Mi alma espera en el Señor,
espera en su palabra;
Mi alma aguarda al Señor,
más que el centinela la aurora.
Aguarde Israel al Señor,
como el centinela la aurora;
porque del Señor viene la misericordia,
la redención copiosa;
y él redimirá a Israel
de todos sus delitos."
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