De otras partes del sueño no puedo acordarme, pero de esta sí.
Sé que había un cuaderno, que estaba soñando en un sueño,y que al despertar apunté lo soñado en el cuaderno.
Sé que sabía que era un sueño, que sabía que tenía que despertar del todo para poder escribirlo.
Sé que huía de algo, o alguien, y que el corazón se me aceleraba... mientras, corría con el cuaderno buscando el momento, o quizás el lugar adecuado para poder despertar.
Sé que tropecé, y el cuaderno cayó sobre una mesa de forma extraña. Era una mesa que estaba formada por varias partes de diferentes mesas, una quimera desagradable a la vista.
Y entonces recuerdo que apareció, una sombra.
Recuerdo que desde el suelo levanté la cabeza y le vi la cara, pero no la recuerdo. Sé que escuché su voz, y recuerdo que era una voz másculina, poco más. Puede que pareciera joven por su voz, pero sabía que aquél personaje podía ser tan antiguo como el tiempo.
Cogió el cuaderno de la mesa. Yo no podía moverme del suelo, me había quedado congelada.
Él, o ello, negó con la cabeza mientras chascaba la lengua. Entonces leyó lo que había escrito en voz alta.
Y lo único que recuerdo de lo que escribí, es que eran cinco puntos, que eran frases de entre 3 y 5 líneas; y que eran muy, muy importantes.
-No lo recordarás cuando despiertes -susurró él, o ello, con voz tranquila. Entonces acarició con sus dedos índice, corazón y anular, cuyas uñas eran largas como de mujer, lo que yo había escrito en el cuaderno y repitió una vez más alto - No lo recordarás cuando despiertes.
Y sentí como de su caricia, el cuaderno le hacía una herida abierta y sangraba levemente, y luego aparecía algo parecido a las brasas del fuego. El cuaderno acabó siento cenizas, supongo.
Yo nunca lo supe, porque cuando me susurró "no lo recordarás cuando despiertes" la primera vez comencé a sentir pesadez en el cuerpo, como si me hubieran envenenado con somnífero, y aunque traté de resistirme, caí rendida tras que él acariciase el cuaderno...
Y soñé de nuevo dentro de un sueño, soñé que corría por as almenas, con bollos de azúcar morado y azul, y con alguien que prefería comer almas a comer bollos. Pero este es un sueño más complejo que contaré en otro momento...
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