Desde mi ventana puedo ver como es el mundo. Mi cuarto es oscuro, mi ventana tiene una luz hipnotizante, que dice ven a mí con sus colores aditivos y adictivos.
Ella me enseña muchas cosas, yo aprendo mediante la observación. Aprendo a hablar desordenadamente y sin respeto a mis compañeros, como cualquier "reportera" de una salsa. Aprendo a mentir, como un político. Aprendo que la felicidad está en las drogas, el sexo y poco más, y es perecedera, como en cualquier película española. Aprendo que da igual con quién me acueste, mientras sea con condón no estará mal, ni siquiera con el novio de mi mejor amiga. Aprendo que la única manera de ser feliz es el dinero... la fama, la gloria. Cuando los tienes a ellos, lo tienes todo. No hay nada más.
Ella también me explica lo que está bien y lo que está mal. Me dice que la ropa moda verano de esta temporada será así o asá, y eso está bien. Me dice que matar a un terrorista está bien. Me dice que haga todo cuando pueda y esté en mi mano por lograr mis sueños, sin importar a quién me lleve por delante. También me dice que está mal la religión, las diferencias y la libertad de expresión. Me dice muchas cosas, nunca se calla.
Aprendo a no pensar. Aprendo a ser de ellos. Aprendo a ser como los demás.
Ahora soy tan solo uno más.
martes, 17 de mayo de 2011
Mi ventana al mundo.
Cosas que no tendrán que ver:
Mi vida,
no pienso,
Reflexiones,
veo la tele
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¿Quién quiere ser uno de ellos? Es más divertido vivir a tu manera, con tus propias reglas y alejarte de su hipocresía. ¿Quién soportaría vivir con sus normas en un mundo de mentiras durante tanto tiempo?
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